EDITO

El efecto Robespierre

Por El Observador Alpino.

Hoy les quiero contar algo fascinante. Se trata de las desventuras de un tipo llamado Peio H. Riaño, un crítico de arte, escritor y periodista, poco conocido para quienes no siguen los cotilleos del mundillo de los medios y la cultureta española actuales.

Este tipo es uno de los mayores anormales que jamás haya pisado una redacción. Y decir eso, visto el vergonzante estado de la prensa española actual… es decir mucho. Un auténtico fanático, un Khmer Rouge, un maoísta de la cultura que acumula todas y cada una de las taras que caben esperar de un progre actual: aliade feministe, vegane, anti fascista, enemigo jurado de la cultura clásica y amante de denunciar (y castigar) los pecados ajenos. De ahí mi referencia al Incorruptible: Robespierre.

Durante un tiempo la prensa de progreso se dedicó a publicar sus eructos como si se tratara del hijo adoptivo de Harold Bloom. Hasta que su delirio fue a más y empezó a berrear que había que quemar el Museo del Prado porque, a criterio de este nieto de Lavrenti Beria, las obras expuestas eran una apología de la violación; una muestra horrenda de la cultura heteronormativa y patriarcal. Y cuando te metes con el buque insignia de la cultura española, el medio en el que publicas, te da una patada en el orto. Muy justificada…

Pero ningún tarado progresista queda en la calle en los medios españoles actuales. Es así que le recoge del fango el ínclito Nachete Escolar, y le lleva a su panfleto: El Diario. ¡Pero cuál no sería la sorpresa de nuestro comisario cultural cuando una periodista con la que tuvo un lío hace 14 años (!!!) le denuncia en las redes sociales! Resulta que la plumilla en cuestión lloriquea hoy que Peio, quien era su jefe en la redacción de Público, se habría acostado con ella y la habría maltratado en público cuando la chique quiso seguir con la historia. La tipa se acuerda de estos horrores 14 años más tarde y todas sus amigas a coro loan su coraje y su valor feminista. Resultado: Nacho Escolar pone en la calle a Peio H. Riaño de forma fulminante, quien desaparece de las redes y desde entonces se oculta en paradero desconocido.

La historieta tiene dos caras: una hilarante…y la otra dramática.

La gozosa es que es maravilloso ver a Saturno devorando a sus hijos. Ver a uno de los más fanáticos servidores del #metoo hundirse en la miseria, defenestrado por los mismos que hasta ayer jaleaban sus tonterías, es algo digno de celebración. Justicia poética en estado puro.

Lo terrorífico…es que el “efecto Rubiales” empieza a ser realmente preocupante, dado que te pueden arruinar la vida y la carrera por algo que has hecho hace 14 años. Y ello sin intervención de jueces, abogados, derecho a la defensa, presunción de inocencia ni cargos. Basta la palabra de la dama en cuestión y el aplauso inmediato de les chiques. No hace falta más para hundir a un hombre. Y esto irá a peor.

Sé de buena tinta que los medios de comunicación españoles están aterrorizados ante el tsunami que se les viene encima. En particular, a los “medios de progreso” que tan eficaces son condenando al Gulag a los disidentes.

Aunque yo nunca tuve poder ni fui redactor jefe de ningún medio… por las dudas la próxima vez que pise Madrid, lo haré en compañía de mi abogado.

El Observador Alpino, periodista suizo.

Una experiodista del diario Público acusa a su exjefe y amante, Peio H. Riaño, de acoso.

Más información en EDATV.

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One Comment

  1. Víctor Fernández Calzadill

    ¡Excelente!

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