Por Zoé Valdés/El Debate.
«El aleteo de una mariposa puede provocar un tornado», la frase proviene de un proverbio chino que sirvió para desarrollar todo un concepto y definir un fenómeno que se convirtió en la obsesión de dos autores, científicos, Leonard Smith y Edward Norton Lorenz, y el llamado «efecto mariposa» para temas de varios de sus estudios y en sus libros ‘Caos: una breve introducción’ y ‘La esencia del caos’, ambos inspirados en un cuento de Ray Bradbury, titulado ‘El ruido de un trueno’. Y, el caos es lo que ha reinado en Estados Unidos en estos últimos cuatro años, donde el wokismo y los derivados de esta ideología parecía que iría a devorarse la sociedad norteamericana —otrora pragmática— engullida por el oscurantismo y la falta de rigor docto y erudito. No ha sucedido finalmente. Habrá que agradecer al aleteo de esa mariposa, ahora escenificado o redibujado por la eutanasia que nadie pidió de una ardilla, contra la voluntad de su dueño.
Es una broma a medias, porque en verdad Donald Trump ganó cómodamente a su rival Kamala Harris. Ganó, entre otras cosas, todavía más importantes, porque en cuatro años probó que había sido un buen presidente en el período del 2016 al 2020, pese a la pandemia del Partido Comunista de China, mientras que Harris ha demostrado ser una muy mala vicepresidente durante los cuatro años posteriores. Por cierto, ¿Qué se hicieron los veinte millones de votos extrañamente esfumados en esos cuatro años?
Una idea de la economía triunfó por encima de una ideología woke de la pésima repartición falsamente humanitaria, una idea luminosa de nación a una estrategia sombría de invasión, una cultura de la vida a una imposición de la muerte, la ciencia y el conocimiento a la par de la naturaleza y de la espiritualidad frente a un protocolo tecnócrata ecologeta oscurantista que acorrala al ser humano en las tinieblas bajo restricciones contra culturales. El bien frente al mal. Sí, el mal existe, lo he visto, lo he vivido…
Fantástico, me gusto mucho!