Por Zoé Valdés/Diario Las Américas.
A estas alturas de la película estarán enterados de que Europa ha padecido un apagón generalizado que mantuvo más de doce horas a España y a algunas zonas entre Portugal y Francia principalmente sumergidos en la “experiencia cubana”, que más que cubana es castrista, o sea en las tinieblas más absolutas. Y, es que la “experiencia castrista” de Cagonia, ex Cuba, no son más que tinieblas, no precisamente aquellas tan romanticonas de Tejedor: “Me abandonaste en las tinieblas de la noche, y me dejaste sin ninguna orientación…”. Qué va, orientación es lo que sobra, de la partidista comunista, de ahí que, pese a que se están muriendo de hambre, de enfermedades, de miseria y de inopia, el 1ro de mayo seguramente habrán repletado la Plaza RRRRRRRRevolucionaria de carneros, que aplaudirán hasta con las dos tapas del fambeco.
El 1ro de mayo en Aquella Isleta, otrora la Mayor de Las Antillas, debiera ser celebrado como el día de los esclavos, de ninguna manera como el día de los trabajadores. El día de los esclavos adoradores de sus mayorales principales: Raúl Castro, Alejandro Castro Espín, Mariela Castro, el títere Díaz-Canel-SinTecho y toda la recua de familiares y esbirros; no menciono al ya tan popular entre los charconios, de Charconia, ex Miami, Sandro Castro, porque me basta con poco para definirlo: si Fidel Castro le hubiera visto las payasadas en las que incurre dentro de las redes sociales lo habría mandado a fusilar sin contemplaciones en el acto. No sé todavía cómo la plana mayor se lo permite, a no ser que estén buscando un nuevo payaso para liderar lo que queda de exilio.
Precisamente, a lo que queda del digno exilio irredento ahora me voy a referir en este párrafo: si no fuera por ese exilio digno no existiera Miami ni ninguno de todos estos nuevos quedaditos tratando de tirar abajo una obra gigantesca, como mismo derrumbaron la obra de los cubanos prósperos en 1959, el año fatídico. Desde aquella fecha hacia acá sólo han sobrevivido allá de un apagón a otro. El apagón cuando no es de electricidad real, es mental. Así y todo, seguimos en el camino de accionar interrumptores hacia abajo, hacia el lado de la lobreguez más onerosa.
En España, al parecer una gran mayoría -por eso nos queremos tanto, porque somos más que menos lo mismo-, en medio del apagón no encontraron otra manera de solucionarlo como no fuera de tirarse a armar un botellón, o sea, a emborracharse con cerveza, vino, o lo que cayera literalmente a boca de jarro. Bueh, no puedo decir nada, en Cagonia, ex Cuba, en medio de los apagones, los lúcidos sales a las calles a intentar iluminarlas con sus protestas, los “apagaos” de toda la vida se tiran de boca contra la primera botella de ron partepescuezo y bajateelblúmer o a jugar dominó en medio de una riada cochambrosa; hasta ahora estos son los más numerosos, de lo contrario ya fueran libres y tuvieran electricidad que, al parecer, es a lo único que algunos aspiran, mientras que otros pocos pretenden alcanzar la libertad radical y única…