Deporte y Salud

Copa del Mundo de Fútbol, un momento palestino

Por Akram Belkaid.

Fue la bandera palestina la que el equipo marroquí levantó en el
césped y en el vestuario tras su histórica victoria sobre España y su
clasificación histórica para los cuartos de final. La omnipresencia de
la solidaridad con el pueblo palestino es una de las lecciones del
Mundial de Qatar.

El lunes 28 de noviembre de 2022, durante el encuentro de la primera
ronda de la Copa Mundial de Fútbol entre Portugal y Uruguay, un hombre
sale de las gradas y galopa unos segundos por el césped antes de ser
placado en el suelo por el servicio de orden del estadio de Lusail, a
quince kilómetros al norte de Doha, la capital de Qatar. La Federación
Internacional de Fútbol (FIFA) prohíbe la difusión de imágenes de las
irrupciones de streakers (personas que interrumpen los encuentros),
las y los espectadores que seguían el partido en mondovision no ven
nada o casi nada de los mensajes emitidos por Mario Ferri, un habitual
de este tipo de acontecimientos desde 2009. Pero esa misma noche las
agencias de noticias difundieron las fotografías que detallaban su
cabalgata. Primero, una bandera arcoiris con la palabra “pace” (paz en
italiano) para significar su solidaridad con la gente LGBTQ + y su
deseo de paz en el mundo. Luego, en su camiseta de Superman, dos
mensajes de apoyo, uno a las mujeres iraníes y el otro a Ucrania.
Prohibido en los estadios para el resto de la competición, Ferri
explica a muchos medios de comunicación que quería protestar contra la
censura impuesta por las autoridades de Qatar y la FIFA sobre estos temas.

Si “Il Falco” (“el Halcón”, apodo de Ferri) recibió una buena
cobertura mediática por su acto de valentía, este no fue el caso de
otro streaker que eligió el encuentro Túnez-Francia para realizar un
hermoso número de acróbata en el césped del Education City Stadium en
Al-Rayyan. “Bajo los hurras de gran parte del público que apoyaba a
Túnez y cantando “¡Falastin!! Falastin!”, el hombre sostenía una
bandera palestina en su carrera y varios jugadores tunecinos
intentaron incluso intervenir a su favor cuando el servicio de orden
le llevó sin reparos fuera del campo. No conocemos el nombre de este
streaker, y ningún gran medio occidental trató de entrevistarle…
Unos días después, el jugador marroquí Jawad El-Yamiq celebró la
victoria de su equipo sobre Canadá y su clasificación para los octavos
de final con una bandera palestina agitada frente a los fotógrafos de
prensa, pero solo unos pocos titulares y sitios árabes difundieron la
foto. Y es esa misma bandera la que el equipo marroquí ha enarbolado
en el césped y luego en el vestuario después de su victoria en los
penaltis contra España y su clasificación histórica para los cuartos de final.

Desde el comienzo del mundial el tema de Palestina ha estado
omnipresente. No hay un encuentro en el que kufiyyas y banderas
palestinas no hayan sido ondeadas en las gradas en señal de
solidaridad. A menudo es cosa de partidarios de equipos árabes o
africanos calificados (Marruecos, Túnez, Arabia Saudita, Qatar,
Senegal), pero el fenómeno ahora afecta a otras nacionalidades. Así,
los aficionados argentinos desplegaron la bandera del triángulo rojo
en los octavos de final entre “la albiceleste” y Australia. Los
alrededores de los estadios, el metro y la cornisa de Doha son los
lugares donde se expresa este apoyo.

Decepciones de las delegaciones de los medios israelíes

Al mismo tiempo, las delegaciones de los medios israelíes multiplican
las decepciones. “Uno de ellos, preguntando a los aficionados ingleses
si ”“el fútbol volverá a casa”“ (entender: ¿Inglaterra ganará el
trofeo?”?) vio que estos últimos asintieron alegremente antes de que
uno de ellos se apoderara del micrófono para gritar ”“¡free
Palestine!”. Uno de sus colegas, por su parte, tuvo una decepción al
tratar de entrevistar a los partidarios marroquíes, su frase “ but we
have peace, now ” (“pero ahora tenemos paz [entre nuestros dos
países]”), para convencerles de que no se enfadaran con él, provocaba
comentarios poco agradables y consignas propalestinas. Las imágenes de
estos intercambios se repiten en las redes sociales y dan aún más
amplitud al fenómeno. Este es el caso de un video en el que un
ciudadano saudí, que se dice “como en casa” en Qatar, le explica
duramente al periodista israelí Moav Vardi del canal Kan que “es solo
Palestina”, que “no hay Israel” antes de concluir: “No eres bienvenido
aquí”. “El Mundial del Odio”, tituló el diario israelí más importante
Yediot Aharonoth, falsamente sorprendido de que la política de
represión de los palestinos pueda provocar tal condena.

Según nuestras informaciones, el Estado Mayor de la FIFA está molesto
por estos entusiasmos. Al comienzo de la competición la organización
dirigió a los equipos una advertencia muy clara pidiendo evitar
cuestiones políticas y centrarse en el deporte. Esto se refería
principalmente a cuestiones relacionadas con los derechos humanos y la
condición de las y los trabajadores extranjeros, pero la irrupción de
la cuestión palestina en los estadios, aunque Palestina no está
calificada, no es del gusto de la instancia internacional. Si bien se
han renovado discretamente las instrucciones para que los jugadores
eviten convertir las conferencias de prensa de antes y después del
partido en tribunas propalestinas, la máxima instancia del fútbol
mundial debe, sin embargo, lidiar con unas autoridades de Qatar
decididas a dejar que el movimiento de solidaridad se exprese. Por lo
tanto, las banderas, brazaletes, sombreros y pegatinas de los colores
de Palestina no se confiscan a la entrada de los estadios, a
diferencia de lo que sucede, por ejemplo, en muchos estadios europeos.

La televisión nacional de Qatar y el canal Al-Jazira, propiedad del
emirato, insisten en este entusiasmo, multiplicando los temas sobre
las multitudes de aficionados que cantan su amor por Palestina en el
distrito comercial de Souk Waqif en Doha. Para la monarquía qatarí, se
trata de un deseo manifiesto de destacarse de sus vecinos (Emiratos
Árabes Unidos y Bahrein) que firmaron los acuerdos de Abraham con
Israel, o incluso de Arabia Saudita que multiplica los contactos más o
menos oficiosos con Tel Aviv. Al mismo tiempo, Doha recuerda cuando le
parece que si se esperaban 20.000 israelíes en su suelo para el
campeonato (su número real ha sido claramente mucho menor), fue a
petición expresa de la FIFA, instancia que apenas protesta por el
hecho de que, a pesar de sus compromisos, el gobierno israelí ha
permitido a muy pocos palestinos viajar a Qatar. Por su parte, las
autoridades israelíes recomendaron “la discreción” a sus ciudadanos,
pero reconocieron que su consulado temporal en Doha, que cerrará al
final del campeonato, no registró ninguna queja sobre posibles malos tratos.

Una causa común de las y los árabes

No ha habido que esperar hasta este mundial para que Palestina fuera
objeto de cantos de apoyo en los estadios. Hace un año, ya en Qatar,
la Copa Árabe de Naciones fue la ocasión de varias manifestaciones de
solidaridad con banderas y consignas, incluso en la final entre
Argelia y Túnez (entonces el equipo de Palestina terminó último de su
grupo a pesar del apoyo de todo el público en cada encuentro). Desde
la década de 1980, en los tres países del Magreb siempre ha llegado un
momento en que las gradas de aficionados dejaban de insultarse para
cantar en concierto su apoyo a la causa palestina, siendo uno de los
eslóganes más frecuentes “¡Falastin, echuhada!”! (“Palestina [tierra
de] mártires”). Estos cantos son también una forma indirecta de
desafiar a las autoridades que, al maltratar a sus propias
poblaciones, se consideran comparables a las israelíes que infligen
violencia y humillaciones a las y los palestinos.

En esta línea, los “ultras” del Raja de Casablanca son los más
activos, sin dudar en fustigar la firma por parte de su país de los
Acuerdos de Abraham y desafiar a los líderes árabes por su cobardía y
su afán por normalizar las relaciones con Israel a expensas del pueblo
palestino. A veces, Palestina permite incluso convergencias
inesperadas y bienvenidas. En la noche de la victoria de los Leones
del Atlas sobre Canadá, jóvenes argelinos se reunieron en las afueras
de la valla del cauce del Kiss, frontera natural de su país con
Marruecos. Si bien, por lo general, este tipo de cara a cara es una
oportunidad para apostrofarse intercambiando nombres de pájaros, esta
vez fueron felicitaciones argelinas por la calificación que fueron
respondidas con agradecimientos, terminando las dos partes juntas
estos amables intercambios con canciones a favor de Palestina.
Acuerdos de Abraham o no, la causa palestina sigue acercando a los
pueblos árabes.

Nota Redacción ZoePost: El artículo no toma posición, o si lo hace lo hace de manera ambígüa. Hemos decidido reproducirlo para que sean conscientes que como mismo sucedió en Cuba con el deporte. Este Mundial en Catar tiene más objetivos políticos que lo que pudimos imaginar, la causa palestina iba por encima de muchas otras causas, y la causa palestina es principalmente la del islamo-socialismo y el fin de Israel. Todo con la colaboración corrupta de la Eurocámara.

Foto: Equipo de Marruecos tras su victoria frente a España. Foto: Chicku Irshad/ Twitter

Pulse aquí para ir al artículo original en francés.

Pulse aquí para leer la versión en español publicada en otro medio de donde la hemos tomado.

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