Por José María Arenzana.
Se ha muerto aquel exquisito galo que casi brindaba con champagne cuando la ETA asesinaba cada dos días en España, que perdió las presidenciales por recibir diamantes como bellotas, regalo del sátrapa Bokassa I que se coronó emperador; y que, una vez retirado, parió una Constitución europea deliberadamente sin el menor rastro sobre la Cristiandad…
No seré yo el que llore a semejante serpiente.
José María Arenzana es escritor y periodista. Su libro reciente Ruanda. Cien días de fuego.