Medias

Bosé versus Évole. El arte de torear a un “pandemista”

Jordi Évole y Miguel Bosé

Por Carlos M. Estefanía.

A manera de ilustración fragmento de una entrevista de la Sexta donde Miguel Bosé denuncia que su madre no murió de COVID 19 sino sedada hasta la muerte como se solía hacer con el resto de los ancianos.

Pocos saben que Miguel Bosé nació en el Hospital San Fernando de la Ciudad de Panamá, más conocen que su madre era la actriz italiana Lucia Bosé, nacida en 1931 y fallecida en 2020, primero se dijo que de una pulmonía y luego del COVID 19. Por su parte el padre es el famoso Luis Miguel Dominguín, del que parece que Bosé heredó ciertas mañas taurinas, aplicables en cualquier campo de la vida, como se verá más adelante.

Mucho menos se sabe fuera de España de quien será, tras Bosé, el segundo protagonista del hecho que narra el texto que acaba usted de empezar a leer. Se trata de Jordi Évole Requena, presentador del programa “Lo de Évole” en la cadena de televisión La Sexta. Un payasillo televisivo no excepto de gracia, que ha entrevistado, por no decir enredado, entre otras figuras famosas a: Nicolás Maduro,  José María Aznar y hasta al mismísimo Papa Francisco.

La última víctima de este duende de la pantalla ha sido Miguel Bosé, con una entrevista que está dando mucho que hablar en la prensa del mundo de habla hispana. El encuentro del artista con “el periodista” (por llamarlo de algún modo) tuvo lugar en una lujosa suite del hotel de 40 pisos, Sofitel City de Ciudad de México, y se prolongó durante tres horas. La charla, un tanto recortada, sería emitida por La Sexta, en dos partes, los domingos once y dieciocho de abril del año corriente. Allí el cantante expuso ante el periodista sus posiciones sobre las vacunas y la llamada pandemia, reafirmando sin ambages: “Soy un negacionista y llevo la cabeza alta”. A juzgar por la selección de cortes de video y notas “informativas” sobre reportaje que podemos ver en el tablón digital de Canal, las cosas que dijo Bosé no resultan del agrado del equipo de comisarios que controlan La Sexta.

Evidentemente el objetivo original del reportaje era denigrar el creciente movimiento de escépticos enfrentados al biopoder de ideología corono-virus-fundamentalista establecido en occidente. Desacreditando a uno de sus más famosos exponentes en España, que a su vez, parecía una presa fácil. Pero el resultado ha sido inesperado. El Follonero como se hacía llamar Évole en sus inicios televisivo, fue a crearle un follón a Bosé, pero fue el entrevistador quien resultó follado por el famoso cantante y “negacionista” español por antonomasia.

Todo comienza muy bonito, hablando del tapete de malvas que a finales de Mayo cubre la ciudad mexicana, donde se realiza la entrevista. Luego se pasa a temas más sólidos, como la vida de drogas y sexo duro que tuvo el artista, inducido por unos amigos que, me temo, responden a una estructura con la que las empresas desde los tiempos de Elvis Presley se quitan de en medio a las estrellas jóvenes cuando ya no las necesita, pero sin romper contratos. Pero la jugada no siempre sale bien y en el caso de Bosé, este supo romper con esa vida de un tirón. Y lo mejor, le sirvió para ofrecernos un mensaje antidrogas cuando le dice al entrevistador sobre los efectos de esas sustancias: ”son unos estados que utilizados bien nos dan mucho conocimiento y te dan puntualmente unas visiones de cosas que son interesantes, revolucionarias incluso, pero cuando pasan a ser un consumo habitual pierden ese sentido. Digamos que los espíritus que habitan las drogas empiezan a dejar de ser aliados y pasan a ser enemigos”.

Cuando el Follonero le comunica a su entrevistado que se armó más revuelo con la noticia de que entrevistaría a Bosé que con la de la entrevista a Nicolás Maduro, el artista sin dejarse rebajar por la insinuación defendió no solo el derecho del entrevistador a buscar opiniones diversas, sino el suyo a conceder entrevistas a quien inspirándole confianza pueda decirle todo lo que piensa. Y así parece ocurrió a lo largo de la primera parte de la charla, que más parece la de entre dos buenos amigos que entre un periodista adoctrinado plenamente por el sistema y un disidente al que de cualquier manera hay que colocarle zancadillas, dejando en claro desde el principio la oposición de criterios, algo que nunca haría un buen periodista, cuya visión del mundo ha de adivinarse por lo que pregunta más que por lo que afirma, lamentablemente ese es el estilo de Jordi y en general de la prensa televisiva española, ideologizada en sentido “progre” como pocas.

Así el preguntador y su objeto van pasado por temas más o menos “inocentes” como el del propio follonero intentando cantar ante un jurado del cual Bosé era miembro, la ruptura de Bosé con su pareja (cuyo género se obvia), la responsabilidad del adulto con los hijos, la gordura del artista, etc., hasta llegar a temas sutilmente comprometedores como los conflictos del progenitor con su hijo cuando lo llevó a cazar y Miguelito dio muerte a una cierva en avanzado estado de gestación. Su condición de mujeriego, Jordi trata de calificarlo como machista, como en el conflicto con las cercanas relaciones del padre del artista con Franco.

Luego entran en el tema de la madre y su muerte y este será el momento del empantanamiento del follonero, mejor no haberlo tocado tras valorar la bella vida que tuvo la artista española, su hijo comienza a recordar su despedida telefónica, el hecho de que “nunca pensé que le iba a perder”, y pasa a denunciar el absurdo de los protocolos OMS en cuanto a las prioridades, subrayando que la madre no murió del coronavirus. Bosé no quiere entrar en detalles, pues de lo contrario, asegura que sacaría cosas tremendamente peligrosas para las personas que se ocuparon de su madre en ese momento. Una madre, a la que se le sedó hasta la muerte, como se ha hecho bajo el camuflaje de la pandemia sin que la media, tan buena para aterrorizarnos con el “que viene el virus” ponga el grito en el cielo.

Así la entrevista se fue volviendo candente. Jordi cree conseguir lo que buscaba resaltando ante las cámaras las burlas de las que está siendo objeto Miguel Bosé desde hace un buen tiempo. Sin embargo, el acosado aprovecha la oportunidad para desenmascarar a sus acosadores y exponer la naturaleza organizada del abuso grupal y cobarde del que comenzó a ser objeto desde que criticó públicamente la donación de 125 millones de euros ofrecido por el gobierno de Sánchez a la Fundación Bill y Melinda Gates. Se trata de ataques sin argumentos y por personas que no dan la cara; “como las hienas que muerden el culo del león para quitarle la carroña” grafica el artista. Un Leo por cierto que Jordi creyó moribundo hasta que comenzó a recibir sus zarpazos en forma de respuestas contundentes como puños.

Así y todo, el periodista insiste en desacreditar a quien llama su amigo y, como si la gente no tuviera derecho a evolucionar políticamente, le recuerda a Bosé su compromiso durante muchos años con el Partido Socialdemócrata, a lo que el cantante responde que apostó al Partido Socialista con un proyecto maravilloso de Felipe González, que no se arrepiente, volvería a hacerlo, pero enseguida aclara que con la información que hoy tiene, jamás.

Luego entran en el tema de las vacunas, recordando las campañas de Bosé para encontrar una vacuna contra el SIDA. Pero el artista no se arredra y va a la esencia de la cuestión, de lo que se trata ahora es de entrar una cura para esa y todas las enfermedades.

Bosé no se anda con teorías conspirativas como intenta hacer creer su entrevistador, al que le recuerda que fue la CIA la creadora de esa misma nomenclatura, refiriéndose a lo conspirativo. Es más, cuando el Follonero intenta confundirlo leyendo la caracterización de las personas que creen en dichas teorías lo que hace, de hecho, es describirse a sí mismo, sobre todo en lo que se refiere al miedo.

No se siente dueño de información clasificada, sino que basa lo que afirma en informaciones al que cualquiera puede acceder. Poniendo nombre y apellido al responsable de este desastre: El Foro de Davos, la gente no elegida que se cree dueña del mundo, no se trata de datos confidenciales sino algo que el propio Jordi podría verificar metiéndose en la página de Moderna, como le recomienda el cantante.

Eso sí, si de algo ha pecado Bosé, en esta entrevista es en su nada paranoico optimismo. Augura un juicio de Nuremberg para todos los involucrados en el rollo pandémico, políticos, médicos, farmacéuticos, y sobre todo a los que llama “el brazo armado“, los medios, por cierto, como ese, para el que le estaban entrevistando; pandemista hasta los tuétanos.

En un momento dado, El Follonero le propone a Miguel Bosé hablar con un científico, pero pronto queda claro de que se trata de un oficialista y con toda razón el artista se niega. Y tiene toda la razón. Otra cosa es que Jordi le hubiera dado espacio en el programa tanto a un científico crítico del pandemismo, como a otro en su favor. Había sido lo justo, en particular como ilustración del público, pero Jordi no estaba por la labor.

Resulta que la “bomba” que se le tenía reservada al cantante, y que no pudo hacer entrada en el programa, gracias a su negativa, era el epidemiólogo y pediatra Quique Bassat. Quien no es precisamente un investigador independiente, sino un personaje asociado con la fundación de Bill y Melinda Gates. Quien lo dude puede visitar el sitio de New Born Solutions, donde se habla de la participación de este pediatra, con especial interés, en la epidemiología de enfermedades infecciosas y salud pública, proyectos de la mencionada fundación en el desarrollo y validación de medicamentos anti-malaria, además de la erradicación del Plan en el África Sub-Sahariana. Sabrá Dios todo esto a qué precio en cuanto al crecimiento poblacional de la Región. No tenemos por qué ignorar las denuncias del abogado y ambientalista estadounidense Robert Francis Kennedy Jr., hijo del ex senador Robert F. Kennedy y sobrino del ex presidente John F. Kennedy; contra los efectos de las vacunas Gate en la India y en África, donde al parecer estos experimentos han dejado miles de niños paralizados o muertos. Hay quien afirma que esto no es cierto, pero como dicen los españoles, “cuando el río suena, agua lleva” o “piedras trae” como se dice en mi Cuba bella.

Bosé se libró del disgusto de debatir con un personaje que dice la verdad de Perogrullo del buen prestigio que tiene las vacunas, como si no supiéramos las diferencias entre los que han sido y los que están siendo ahora; un especialista en salud que se niega a reconocer lo insano de los encierros, que pide más cuarentena para su pueblo, inspirado en el modelo francés que tanto viejo muerto y gente protestando en las calles está dejando, un enemigo de que la gente salga y haga deportes. Un médico infantil que reduce a los niños a la condición de vectores, que siembra el miedo contra ellos presentándolos como potenciales fuentes de trasmisión, a los que se debe aislar para frenar la transmisión en el país, que se niega a la vuelta a las aulas, y a que los chicos reciban al amor de su mayores, bajo pena de contagiarlos, en resumen, una suerte de moderno Herodes, que no hace más que mentir, según las evidencias que me da mi experiencia laboral pedagógica, en tiempos de plandemia universal.

Bosé, como si un ángel le hablase al oído, ha logrado esquivar este y el resto de los ataques, trampas y encerronas, ataques que este depredador mediático de la Sexta le había preparado. Como le sugería al principio, Évole pensó que encontraría en aquel una pieza fácil de cazar, pero le ha salido el tiro por la culata y no lo debemos culpar. Lo podría haber creído cualquiera tras las últimas imágenes de Miguel Bosé difundidas por los medios en las que veíamos un rostro irreconocible, con una voz aún más extraña en una figura hasta ayer icónica.

Pero lo que hemos visto en pantalla es a un hombre capaz de reivindicar, con una lógica imbatible, la potestad del ciudadano para contradecirse y evolucionar, para seguir un camino que le lleve a romper con las izquierdas y las derechas, como partes de un sistema a punto de estallar; de buscar la verdad por sí mismo, y no aceptar lo que, desde el poder, nos quieren hacer creer, y a no dejarse engatusar por los ardides de esos sofistas, en que han quedado convertidos, tanto los voceros de una ciencia politizada, como los “profesionales” de la media establecida, entre los que “El Follonero” se está convirtiendo en todo un paradigma.

La razón para un cambio tan radical en la forma de influir y asumir la responsabilidad del cantante se puede adivinar. Ha sido la muerte, por adormecimiento “protocolizado” de su madre que se denuncia en el reportaje. Es el caso repetido de miles de ancianos en todo el mundo, algo que ningún “Évole” al uso se atreverá a investigar.

Esta ha sido la historia televisada de un demonio que fue a dar cuenta de quien creía su igual, sin sospechar que iría por lana y saldría trasquilado. Que terminaría toreado con destreza para desgracia de su amo. En mala hora se les ocurrió a los comisarios pandemistas de la Sexta invitar a un Miguel Bosé, recuperado, cuya lucidez puede abrir los ojos al más ciego “aceptacionista”. Como buen hijo de “matador” ha sabido el artista colocar banderillas en cada embestida, dando la estocada mortal al toro disfrazado de interlocutor, al torpedo enviado en su contra por un canal que no buscaba la verdad, sino aterrorizarnos, una vez más, con la mayor impiedad.

Carlos Manuel Estefanía. Nacido en La Habana en 1962, realizó estudios de Filosofía en las Universidades de La Habana y Moscú, licenciándose en 1987 en la especialidad de Materialismo Histórico. Posteriormente realizó estudios de postgrado en materias tales como, economía, relaciones internacionales, periodismo, lingüística, teoría de la comunicación y semiótica. Así mismo recibió cursos por encuentro en la Facultad de Derecho en la Universidad de La Habana, en materias tales como: Historia del Estado y el Derecho, Teoría del Estado, Derecho de Familia, entre otras. En mayo de 2009 recibió el título de Magister en Pedagogía del Español y de las Ciencias Políticas por la Universidad de Estocolmo.

Radica en Suecia desde 1993, donde es fundador e integrante de la directiva de la Sociedad Académica Euro cubana, así mismo, es presidente de la Asociación de Graduados Extranjeros en Suecia. Es además miembro de la Asociación de Corresponsales Extranjeros en Suecia (PROFOCA) y del Colegio Nacional de Periodistas de la República de Cuba en el Exilio.

4 Comments

  1. Félix Antonio Rojas G

    las verdades qie ocultan del Bosé que molestaron al évole y el tour turístico del mulatón de Orisha por la Habana Vieja, que le encantó al agente de la Sexta…

  2. Pingback: Bosé versus Évole. El arte de torear a un “pandemista” – – Zoé Valdés

  3. Maria E. Enriquez

    Muy buen articulo, tratare de ver la entrevista si es que esta en you tube! Gracias

  4. Carlos M. Estefanía

    Puede escuchar la entrevista completa aquí: https://go.ivoox.com/rf/69103065

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