EDITO

Alta estirpe

Por Catriel Leiras.

Poco se habla de la Primera Familia, me refiero al linaje del presidente Donald Trump. Y se habla poco porque no encuentran nada espantoso que decir, por simple deducción y olfato, presiento que más bien es todo lo contrario.

El magnate, gran negociador y ahora Presidente de la primera potencia mundial, tiene 5 hijos de tres matrimonios distintos (¡que horror! <dirán sus detractores que nunca entenderé cuándo son liberales y cuándo conservadores>).

Los primeros tres fueron con Ivana Trump: Donald Jr, Ivanka y Eric. Con Marla Maples tuvo a Tiffany y por último a Barron con Melania, la actual primera dama de los EEUU.

Posiblemente los tres primeros son los que la opinión pública “conoce” un poco más, y de nuevo; no por lo que busquen acerca de ellos, sino por lo que la prensa les muestra.

Al contrario de los hijos de ex mandatarios, estos de Trump han demostrado desde muy jóvenes, su tendencia al éxito a base de preparación en prestigiosas universidades, pero sobre todo, por poder devolver los reveses mediáticos sin pestañear; cualquier otra persona, y me incluyo, hubiese colgado los guantes para irse a vivir en la montaña con dos cabras y bien lejos.

Sin escándalos de drogas (que sepamos) ni de corrupción, como sería el caso de los retoños de ex mandatarios y/o aspirantes; ellos son quienes llevan adelante las empresas que pergeñó su padre. Ivanka sería la que se encuentra más cerca del actual presidente. Sin embargo, Don Jr, el mayor de los primeros tres, también está muy relacionado a la carrera política del padre siendo un aguerrido defensor de sus políticas junto con Eric, el más joven.

El caso es, que lejos de oírse escándalos tempestuosos, lo que se ve de ellos es una gran unión y armonía.

Personalmente he participado en varias actividades con la familia Trump y siempre percibí, que además de un profundo cariño, primaba en el ambiente la unidad, respeto y, sobre todo, educación.

Es la tarea del mundo libre poder leer entre líneas y sacar conclusiones propias a pesar de la constante propaganda negativa contra Donald Trump.

Es patético que por ese odio sin precedentes hacia alguien que día tras día navega contra la corriente en aras de un triunfo que a TODOS nos beneficia, se empeñen en destruir cuanto encuentren a su paso, la moral y decoro es “selectivo” para muchos.

Catriel Leiras es estilista, productor TV, coach, y Editor Opinión de ZoePost.

 

 

 

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