Por Esteban Álvarez-Buylla Cárdenas.
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El alma quieta anda perdida
en la fría mañana, noche y campo;
sombria, anda cerca de lo más lejano.
Quiero que no estés conmigo
alma atroz, que mientras más te abrazo
más gritas, huyendo de todo espacio conocido,
errante maldita,
con tu estela vaporosa de miedos,
recuerdos y olvidos.
Dime de lo que has visto,
que estuviste en el aliento de animales perseguidos
en la rivera de la lágrima de una joven sin familia
en el filo de la cuchilla que nada hace a los tumores
no me digas que has estado entre las llamas
en las mohosas rajaduras de los balcones
donde se orean cunas ocupadas.
Alma, ten piedad de tu miseria
como densa muchedumbre sin cuerpo entre las tumbas,
córtate el cuello a carcajadas
con los dedos vendados de espuma y alambrada
para ver si me entero donde estás
a lo mejor cabizbaja en la parte más oscura y olvidada.
Dime algo nuevo,
alma que te crees alma
perra infernal que te llevaste mi sosiego
que recuerdo un dia tuve, sentado en una playa;
alma infinita, perversa, colectiva,
no me vengas ahora que andas ordenando mis palabras.
Esteban Álvarez-Buylla Cárdenas es pintor y poeta.
Ilustración: obra Centauro.
Estados Unidos.
Pintura, Acrílico en Otro.
Tamaño: 28 de ancho x 22 de alto x 0 de profundidad.
