Por Félix Antonio Rojas.
Mientras el teléfono de la habitación de Eric Burbon sonaba continuamente, el rostro rígido y tenso de Monika Dannemann se reflejaba en las ventanas mugrientas del sótano del Samarkand, entretanto una bruma gris cubría misteriosamente toda la City: cuando Eric logró despertarse de la intensa resaca y descolgar el auricular, escuchó los gritos desesperados de la señorita Dannemann que le decía que su amigo Jimi estaba inmóvil sobre la cama del hotel.
Se cumplen 50 años de la muerte de Jhonny Allen Hendrix en misteriosas y extrañas circunstancias, el más grande guitarrista de todos los tiempos, según muchos críticos musicales el guitar player que cambió para siempre la manera de entender el blue y el rock contemporáneos, llevándolos a una nueva dimensión definitoria, maestro de los acoples generados por la guitarra, fue el primero en utilizar los efectos phaser estereofónicos y en popularizar el uso de pedal con wah-wah, creando un mundo único y un propio vocabulario desde la distorsión y la fluidez de su magia.
Su muerte aún hoy en día sigue envuelta en un gran misterio, existen diversas teorías, una de ellas cuenta que su manager Michael Jeffery lo asesino para cobrar el seguro y así poder pagar las deudas que había contraído con la mafia, otra dice que se suicidó porque no pudo aguantar más las presiones de la CIA, pues él era un músico negro adorado por los blancos en una época convulsa y de revueltas raciales de los Estados Unidos.
Pero ¿quién fue Monika Dannemann? En realidad, había sido esa groupie alemana ingenua, ex patinadora y de familia adinerada, que Hendrix había conocido casualmente en 1969 y que alguna que otra vez se veían en la intimidad. ¿Acaso fue la misteriosa Monika un agente de la Stasi preparada con el objetivo de penetrar a personalidades de occidente, y con la misión de asesinar al músico de Seattle? Es cierto, había sido ella quien preparó la misteriosa visita de Hendrix a una dirección no desvelada en la City con un misterioso personaje sin identidad.
Pero fue en realidad la dosis correcta de Vesparax que le suministró para que Jimi pudiera dormir; si fue media pastilla como se dice ¿por qué faltaban 9 comprimidos en la tableta? ¿Se demoró en demasía la groupie en recoger las drogas regadas por la habitación para que la policía no las encontrara, antes de llamar a los paramédicos?
Las conclusiones del caso fueron que Dannemann cometió negligencia, sin embargo, la investigación fue cerrada sin dictar ninguna sentencia. En 1996 Monika Dannemann murió encerrada en el garaje de su casa después de arrancar su auto e inhalar monóxido de carbono.
Cuando el fino hilo de vómito salía de la boca del ángel de Seattle, en la desordenada habitación del Samarkand, el alma de Jimi viajaba entre el fuego de su Fender Stratocaster a la isla de Fehmarn bajo una mefistofélica tormenta eléctrica, de lluvia torrencial y un frío intenso que provocó que los Hell Angels y miles de hippies prendieran cientos de hogueras creando una imagen fantasmagórica, un aquelarre invocador al señor del Blue, bajo los últimos instante de la tormenta, mientras se empezaban a escuchar los acordes de Voodoo Child desde el centro de la Tierra.
Félix Antonio Rojas es Freelance.