¡Ahora sí que se pegaron!

Por Mayda Saborit.

Escuchando la canción Patria y Vida, reparé en ese estribillo que dice “60 años trancado el domino”, tal vez fuera poético y hasta acertado comparar la represión de estas últimas décadas de castrismo a un juego de dominó trancado por las dos cabezas. Lo que no pensaron ni los cantantes ni ningún cubano fue que tras las protestas del 11 de julio en Cuba la dictadura no sólo no fuera a perder con fichas llenas al trancársele el dominó cuando ese día el pueblo salió con espontaneidad a las calles, sino además que la dictadura ganaría la partida pegándose con lo imposible, con el doble nueve.

Con los Castros no se juega al dominó pues ellos siempre sacan fichas de donde no las hay y lejos de trancarse ahora mismo terminaron pegándose.

Antes, la situación del cubano era apretadísima, dependiendo de las remesitas, las recarguitas y la pacotilla que pudiera llegarles, pero ahora su situación es imposible y terminamos los de aquí mandando al triple para allá pero no como antes para mejorarles las condiciones a la familia, sino para literalmente permitirles subsistir.

Yo creo que todo estuvo cuadrado desde el principio, desde la canción, que antes de ser interpretada ya había ganado un Grammy, pasando por la protestas y la represión, hasta terminar en el diálogo (eso es lo que viene ahora) y el plan Birmania y la legitimación de lo ilegitimo: la tiranía de los Castros, perpetuada como dinastía en el poder y reconocida oficialmente por los traidores de USA que se robaron las elecciones y hoy desde la Casa Blanca miran hacia esa familia de mafiosos castristas como el paradigma de modelo que pretenden imponer aquí para acabar con esta nación de una vez y por todas.

¿Cómo se pegó la tiranía con el doble nueve tras los sucesos de Julio 11?

Contrario a todas las posibilidades, demostraron una vez más lo mejor que saben hacer, que es reprimir, y el cinismo y el maquiavelismo que les tipifica. Los cubanos de allá esperando de Biden lo que Obama les diera anteriormente, viajeteo, negocios y barcos de pollo y comida, no se levantaron cuando debieron haberlo hecho bajo el mandato de Trump, y yo diría que ese pueblo cubano se alegró y miró con esperanza el robo de las elecciones del 2020, para después lanzarse a la calle con desespero en Julio y encima tras dejar los primeros muertos se retiraron cada cual salvaguardando sus intereses individuales, nunca pasaron a la fase de Bayamo, darle candela a todo a su paso, algo con lo que la dictadura no hubiera podido. ¿Y los de aquí? Los de aquí comenzaron a enviar dólares a manos llenas y hasta aconsejar a sus familiares “no te metas no salgas a la calle”. Y los viajeros y las mulas esperando la apertura para irse hasta en las piernas del piloto si el vuelo se les llena y ya no hay cupo en el avión.

Nada, amigos, que con la dictadura no se juega al dominó , con sus reglas nadie puede salir airoso, ellos saben jugar muy bien con las fichas del nexo familiar del cubano y el apego a retornar a esa isla aunque se les quiebre la cerviz de tanto agachar la cabeza… pero sobre todo la suerte de contar con el respaldo de los usurpadores que desde el corazón de esta gran nación garantizan su supervivencia pues son la misma clase de repugnantes insectos… Cucaracha no mata a cucaracha.

60 años trancado el dominó para terminar pegándose con el doble nueve. ¡Eso si es tener suerte de villano!

Mayda Saborit es escritora y artista, exiliada cubana.