Mundo, EDITO

La Construcción del Personaje y lo Real Horroroso

Por Julio César Soler Baró.

No hablemos ya de cómo llegó Alcántara (A) adonde está (B). Lo Real Horroroso es que la dictadura está acabando con él, frente a nosotros.

El guión de esta truculenta pieza de Realismo Socialista fue, en el marco de Lo Real Horroroso, creciendo basado en improvisaciones analógicas, es decir haciendo analogías de una idea, digamos que la idea de una Sociedad Civil Cubana con derecho a réplica. Evolucionando dicha idea orgánicamente, y con sus empujoncitos mediáticos, en improvisaciones homológicas, esas basadas en un texto preexistente. Texto para el público (C) desconocido, haciéndole entonces incapaz de valorar la virtud de su intérprete, es decir, de valorar hasta qué punto (A) es capaz de ajustarse o no al manuscrito y en qué medida el mismo consigue hacernos propuestas escénicas interesantes con vértice en su genio interpretativo.

Todo, sobre la base de una creencia o plató en la posibilidad de un cambio positivo en Cuba, con el diálogo Dictadura-Sociedad Civil Cederista Cubana como premisa para dicho cambio.

Al personaje (A), trágico y lastimado que hoy encarna Alcántara, ayer (X) y mañana (Z) le permitieron echar alas y tomar aire, para luego tumbarlo, que le viésemos caer, que fuese imposible perdernos y necesario ver su caída y reventarse.

La pregunta es: ¿con qué objetivo se ha montado esta pieza que bien podría acabar con la muerte de (A) y el nacimiento de un mártir (D) o la gloriosa excarcelación de (A) un premio Sajarov y el nacimiento de un héroe (I)?

En cualquier caso hay cosas que postrados en estas butacas jamás sabremos: lo que está sucediendo en los camerinos de esta caja negra, y mucho menos con los actores de aquellas otras obras que nunca clasificaron para el show al que nos están penosamente obligando.

Personalmente pienso que en el marco de Lo Real Horroroso, su objetivo, lo que pretende esta puesta en escena es vendernos atrezzo por liebre, que nos perdamos en las ramas de un dolor real, palpable, tocable, que no lleguemos nunca más allá de las bambalinas y las diablas de estos lamentables sucesos nada de atrezzo en los que (A) bien podría morir.

Julio César Soler Baró, poeta y antropólogo cubano exiliado en Suecia. Oluwo Otura-Nico

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2 Comments

  1. Félix Antonio Rojas G

    Exquisito texto desde la A a la Z…
    L🇨🇺L…

  2. Pingback: La Construcción del Personaje y lo Real Horroroso – – Zoé Valdés

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