Economía

A propósito de la reciente crisis eléctrica en Texas

Por @LFdezPolicy.

 

La noticia ocupó los principales espacios y coberturas de medios tradicionales y MSM estadounidenses e internacionales: el arribo de una fuerte nevada ártica provocó el colapso de la red eléctrica del estado de Texas, con apagones generalizados, hogares sin calefacción ni abastecimiento de agua.

 

Y con ello, enseguida se desató la polémica entre los defensores de la industria del petróleo y el gas y los que representan los intereses de la llamada industria de energía limpia, en particular, la eólica y solar; entre los defensores del desarrollo y seguridad energética alcanzado con la Revolución del Fracking en la industria del petróleo y del gas en EE.UU, y la extrema izquierda del Partido Demócrata y las élites urbanas de las dos costas (Biocostal Urban Elite) propulsoras del controvertido New Green Deal, que tiene poco de New y de verdadera esencia Green y sí mucho de Compromiso con el Complejo Industrial Climático (Climate Industrial Complex) denominado así por Myron Ebell en 2019.

 

Más adelante abordaré en un segundo artículo esta controversia, pero primero deseo concentrar la explicación en la magnitud del fenómeno, la principal causa de esta crisis y la reacción gubernamental.

 

Como bien señala (Tapscott, 2021), no se suponía que una crisis de este tipo podía ocurrir de nuevo en Texas, capital del petróleo y el gas de Estados Unidos y referencia primaria en el mundo de la energía a partir de la Revolución del Fracking; Estado donde se produce y exporta tanto petróleo y derivados, gas y electricidad, y donde se han invertido miles de millones de dólares en generación de energía limpia aprovechando las ventajas climáticas y el tiempo en un región con generalmente cielos soleados y vastos espacios abiertos con viento.

 

Sin embargo, el pasado 15 de febrero 2021 con el arribo de las corrientes heladas árticas y sus temperaturas extremadamente frías se congelaron varias líneas de suministro de gas natural y de agua, la mitad de las turbinas eólicas dejaron de funcionar, algunas pozos y estaciones de generación de electricidad paralizaron sus actividades; todo esto al unísono con un aumento extraordinario en la demanda de electricidad por parte de la población (casi similar a los picos tradicionales que se registran durante el verano); lo cual hizo colapsar la red eléctrica del Estado y que millones de personas quedaran sin electricidad, calefacción y abastecimiento de agua.

 

Para entender la magnitud del fenómeno, Texas tiene una capacidad de generación aproximada de 67.000 MW en invierno y una capacidad máxima de unos 86.000MW en verano. Esa brecha se produce al desconectarse las plantas de energía por mantenimiento durante los meses en que la demanda generalmente es menos intensa y no hay tanta energía proveniente de fuentes eólicas y solares. El 17 de febrero 2021, en pleno frío ártico, 46.000 megavatios de energía (71.6%) estaban desconectados en todo el estado: 28.000 de plantas de gas natural, carbón y nucleares, y 18.000 de energía eólica y solar, o sea 60.9% y 39.1% respectivamente del total desconectado según información ofrecida por el Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas (ERCOT), operador independiente del sistema de la red eléctrica del Estado que conecta más de 46,500 millas de líneas de transmisión y más de 650 instalaciones de generación de energía, y proporciona electricidad a más de 26 millones de clientes. (ERCOT, 2021)

 

Entonces, cabe preguntarse: ¿qué factores contribuyeron a esta crisis puntual de electricidad en Texas?

 

En realidad, la causa fundamental fue que no se realizó con previsión la llamada “winterización” de la red eléctrica, o sea, los operadores debían haber equipado sus plantas, turbinas eólicas y oleoductos con los acondicionamientos necesarios (anti congelantes, recubrimientos especiales, etc.) como con los que se operan en los Estados del norte con clima extremo frío; y que no se garantizó una capacidad de generación de respaldo para el funcionamiento de las terminales generadoras de energías (tradicionales y alternativas) y suministradoras de agua que tienen gran peso en la producción de energía con gas.

 

En los Estados del Norte de EE. UU y de Europa, las turbinas eólicas pueden funcionar incluso en condiciones de frío extremo, pero en Texas fueron diseñadas para el clima local, que casi excepcionalmente experimenta ese tipo de frío severo como el registrado entre el 14 y 19 de febrero pasado. Idéntica situación se registró con los oleoductos y plantas generadas de electricidad que no utilizaron los necesarios aislamientos y recubrimientos para operar con extremas bajas temperaturas.

 

Después de la congelación registrada en Texas en 2011, menos intensa que la reciente, “un grupo nacional de la industria eléctrica desarrolló pautas de acondicionamiento para el invierno que los operadores debían seguir, pero hasta la fecha son estrictamente voluntarias y también implican costosas inversiones en equipos y otras medidas necesarias” (Ozimek, 2021)

 

Ante esta fuerte crisis eléctrica, el pasado jueves 18 de febrero, el Gobernador de Texas, Greg Abbott, exigió a los legisladores hacer obligatoria en la ley estatal la preparación para el invierno de las plantas de energía y realizar una investigación sobre la falta de previsión y el modo en que operó ERCOT esta crisis. Asimismo, Abbott ordenó a los productores de gas natural en Texas dejar de vender combustible fuera del estado durante la crisis y que en su lugar suministraran sus generadores de energía en Texas para restaurar la electricidad; e incluso instó aumentar la generación nuclear, de carbón y de gas. (Wu, 2021)

 

Para entender mejor la importancia que representa ejecutar la llamada “winterización” en todo el sector energético del Estado, y fuera de la polémica actual entre partidarios de uno u otro tipo de energía, es necesario tener en cuenta que, en la composición actual de la matriz energética de Texas, la energía eólica en 2020 representó casi el 25% en la generación eléctrica del Estado y casi el 30% de toda esa energía producida en EE. UU; siendo el Estado que más energía eólica produce en EE.UU. (ERCOT en Wu,2020) Por otra parte, en 2020 Texas ocupó el quinto lugar entre los Estados por su capacidad solar instalada, con 4.606 MW instalados, y la Asociación de Industrias de Energía Solar clasifica a Texas en segundo lugar en EE. UU en cuanto al crecimiento proyectado durante los próximos cinco años. (Minton, 2020)

 

Sin embargo, como se señaló en algunos artículos en The Epoch Times y en zoepost.com, una cosa es la generación de energía con turbinas eólicas y paneles solares, y otra es la posibilidad e infraestructura para moverla a través de grandes distancias hasta donde se necesita y la actual problemática para el almacenamiento de estas energías. Además, las instalaciones de energía limpia requieren fuentes de energía de respaldo que generalmente son de combustibles fósiles para llenar los vacíos que se producen con cielos nublados y días sin viento. (Carballido, 2021), (Tapscott, 2021) y (Wu,2021).

 

Propio estos elementos característicos de la generación de energía eólica y solar unido a la falta de una legislación que establezca obligatoria la ejecución de una adecuada “winterización” en el sector energético en Texas pusieron en gran evidencia la vulnerabilidad de las producciones y suministros energéticos y su marcada condicionada capacidad de recuperación. Como subraya (Ebell, 2021), por eso la red no puede funcionar al cien por cien sólo con fuentes de energía eólicas y solar por ser intermitentes, variables e impredecibles.

 

En el próximo artículo, expondré algunas consideraciones generales sobre la controversia en torno a la importancia real, limitantes y perspectivas de la generación de energía a partir de las fuentes tradicionales como el petróleo y el gas, y de las energías alternativas como la eólica y solar; así como el posicionamiento, intereses y oportunismo de diferentes fuerzas políticas en EE. UU ante la reciente crisis eléctrica en Texas.

 

Fuentes de Información:

 

Carballido, Carlos. Ola de Frío en Texas y Alemania demuestran que el New Green Deal y basura ideológica es lo mismo. Febrero 16, 2021. En zoepost.com https://zoepost.com/ola-de-frio-en-texas-y-alemania-demuestran-que-el-ecologico-new-green-deal-y-basura-ideologica-es-lo-mismo/

Ebell, Myron. Climate Change Narrative is Driven by Agenda of Political Control. July 2, 2019.

 Ebell, Myron. Grid Problems in Texas Won´t Be Solved by More Subsides and Mandates for Wind and Solar. February 17, 2021. Competitive Enterprise Institute.

EIA. US Energy Information Administration. Texas. State Profile and Energy Estimates. March 19, 2020.

Minton, Lisa. Texas´ Electricity Resources. Where Powers come from. Agosto 2020. En comptroller.texas.gov

Ozimek, Tom. Texas Gov. Gives Update on Power Restoration Plan as Many Still Without Electricity or Safe Drinking Water. February 18, 2021.

Ozimek, Tom. Texas Power Grid Fully Up and Running, Authorities Say. February 20, 2021.

Ozimek, Tom. Texas Grid Needs Better Winterization and Management, Not More Federal Control. February 20, 2021.

Phillips, Jack. Texas Power Grid Was ‘Second or Minutes’ Months-Long Blackout: Energy Council. February 19, 2021.

Tapscott, Mark. Texas Winter Storm Power Outages Prompt Bitter Fight Between Fossil Fuel, Clean Energy Advocates. February 18, 2021.

Wu, Terri. Texas Power Crisis Puts Keystone XL Cancelation in Perspective. February 18, 2021.

@LFdezPolicy, Experto en Relaciones Internacionales y Geopolítica.

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