Relato Social

Desde la eternidad: Entrevista con John Lennon, digo, Lennin

Caricatura Luant

Por Zoé Valdés.

ZoePost inicia una sección con tintes humorísticos: entrevistas imaginarias con personalidades de la política y de la vida social y cultural, ya fallecidos. Como si esas celebridades nos quisieran decir desde el más allá lo que no se atrevieron a decir nunca, además de seguir callando y tergiversando.

Desde el Infierno en Argentina y tras entrevistar a Maradona, nuestro corresponsal debió dirigirse al Infierno neoyorkino donde asesinaron y donde reside desnudo y envuelto en una sábana blanca uno de los Beatles, el más célebre según él mismo: John Lennon. Cuál no sería la sorpresa de nuestro corresponsal al llegar al infierno y encontrarse también a Yoko Ono, que inclusive estando viva goza sin embargo de acceso al Infierno.

La primera impresión es que John Lennon es un hombre -fantasma- hosco, para colmo Yoko no cesaba de gritarle, con unos chillidos espantosos. Tras un largo momento de espera, por fin nuestro enviado especial logró interrumpir:

ZoePost: -Oigan, por favor, acotéjense, que tengo cita para entrevistar al señor Lennon, y el tiempo pasa; no sabía que usted estaría aquí, señora Yoko Ono, además mucho menos la imaginaba bajo ese estado de rabia tan, tan…

Yoko Ono: -¿… Excepcional? No se preocupe, ya me iba -y soltando un último berrido dio media vuelta en sus taconcitos ilusión.

YoKo Ono desapareció tras una llamarada.

John Lennon: -En primer lugar ya no me llamo Lennon, ahora soy John Lenin, o Lennin, que con dos ‘nn’ suena mejor, y que deberían ser pronunciadas correctamente…

ZP: -Ah, disculpe usted, John Lennon, digo Lennin, desconocía de ese cambio de apellido… Tampoco sabía que su esposa, digo, viuda, Yoko Ono estaba hoy aquí, pues como se supone que ella está viva, no entiendo nada; además, tan malhumorada, la pobre…

JL: -En primer lugar, mi cambio de nombre no es significativo, desdichadamente la gente seguirá apelándome con el nombre de Lennon, pero para su periódico es imprescindible que me nombre como Lennin, ¡un periódico de derechas! ¡Bah! ¡A quién se le ocurre! ¡Toda la prensa es de la izquierda…! En segundo lugar, Yoko Ono tiene acceso aquí porque consiguió que el Diablo se separara de Dalia Soto del Valle -ya sabrá usted que Yoko es experta en separaciones- y entonces Fidel, el Diablo, en agradecimiento eterno, le permite visitar el infierno siempre que ella lo desee. En tercer lugar, Yoko no estaba de mal humor, sólo canturreaba una de sus nuevas y estrepitosas composiciones, recién me la estrenaba en el oído. Lo que sucede es que la ‘narra’ no se ha enterado todavía de que de ese oído soy sordo como una tapia, fue ella misma quien me reventó el tímpano con uno de sus potentes alaridos.

ZP: -¿Pero cómo es eso de que ahora Fidel Castro autoriza amigablemente a Yoko Ono a venir aquí si los prohibió a ustedes en Cuba? No sólo ningún joven podía oír su música en la isla, además al que encontraran en la época con un disco suyo o con un corte de pelo parecido, o con los pantaloncitos tubitos como los que ustedes pusieron de moda, iba de cabeza a la cárcel, p’al tanque. Nadie podía saber de ustedes en aquel país, ustedes para Fidel Castro representaban el mal, el imperialismo, y blablablá…

JL: -Ah, bueno… Parece que se aconsejó, más sabe el Diablo por viejo que por Diablo, nunca mejor dicho. Sin embargo, yo ahora tengo otra versión de los acontecimientos. Usted estará al tanto que Paul McCartney ha ido en dos ocasiones a la isla. En la primera, aterrizó por Santiago de Cuba, pues quería ver allá la ‘tumba francesa’; pues bien, no más llegar se emocionó tanto que escribió en el álbum de visitas de uno de esos museos que a él tanto le gustan: «¡Viva la Revolución!»… La cuidadora del Museo se sorprendió a su vez una barbaridad, y no sólo de verlo allí, sino de observarlo escribir esa frase, que le dio un ‘tareco’ y ahí mismo se rajó como un coco seco, estiró la pata. De hecho, ella fue quien aquí me confirmó la noticia que ya yo había leído anteriormente en la misiva de Paul. Sí, ella llegó hace poco después de desandar un buen rato por el Purgatorio la enviaron definitivamente al Infierno, había delatado a tantos inocentes en Cuba para conseguir ese puesto de celadora de Museo que decidieron zumbarla para acá.

ZP: -No entiendo nada, ¿cómo es posible que Paul escribiera esa frase, con todo lo que los denostaron a ustedes en Cuba y con tantos jóvenes que fueron a dar con sus huesos en las cárceles castristas por el mero hecho de adorarlos a ustedes?

JL: -Paul siempre ha sido así: el comunista soy yo, y sin embargo, ha sido él quién siempre ha anhelado lucirse, sobresalir por lo mismo. Dice que también se emocionó muchísimo en La Habana frente a la estatua en bronce en un parque que colocaron en mi honor. Me contó que parecía más vivo en el bronce que lo que yo estaba en los últimos años de mi propia existencia…

ZP: -Mire, ¿sabía que le roban los espejuelos constantemente a la estatua? ¿También se lo contó?

JL: -Sí, eso me escribió, aunque podrá entender que eso de robar mis gafas es culpa del imperialismo yanqui y su bloqueo criminal.

ZP: -¿Que a una estatua suya le roben las gafas en bronce es también culpa del bloqueo norteamericano?

John Lennin asintió, y quedó observando absorto, mientras con el puño en alto le daba una patada a un cabo de prajo, a un punto lejano en el horizonte encendido.

ZP: -¿Por qué cree usted que lo asesinaron en plena calle? Además, usted se comparó con Jesucristo alegando que era más famoso que ÉL. ¿Cómo, y por qué entonces no ha resucitado?

JL: -Me mataron por gil, no debí salir así solapeao, sin guardaespaldas. Mire usted al guajiro ese de los charconios que se hace llamar Presidente en Miami, mire cómo va con guardaespaldas, y este otro, el youtuber rancheador, también lleva cuatro escoltas, que no le sirvieron para nada cuando se lo llevaron en cana el otro día, es cierto, todo sea dicho… Pero a mí igual no me hubieran tiroteado tan así, tan regalado. En cuanto a lo de resucitar, cierto, ese detallito debiera ser rectificado…

ZP: -¡Pero entonces todavía usted se cree Jesucristo! Porque, ¿quién tendría que rectificar el detallito…?

JL: -Dios. Dios tiene que arreglar ese defecto cuanto antes. Porque, vea, cómo es posible que con todo lo que me oye la gente en el mundo entero todavía Dios no haya hecho que yo resucite como me lo merezco…

ZP: -Cierto es que la canción suya que más se aprecia ahora mismo, sobre todo después de cada masacre terrorista, es Imagine. ¿No le afecta que esa canción haya quedado como himno de condolencias frente a tanta violencia y muerte? ¿No era usted un pacifista?

JL: -Uno nunca sabe para quién trabaja. Y eso de pacifista, en fin… La pacifista siempre ha sido Yoko, y ya ve todo lo que grita. Le aclaré siempre que para mí la paz era símbolo de silencio, pero a ella le da igual, y a gritar a todo lo que da todo el rato. No existe quien consiga acallarla, ni por un milagro…

ZP: -Disculpe que me inmiscuya en su vida privada. Hay una foto que anda por ahí por Internet, de ustedes, Yoko y Lennon, digo Lennin, desnudos, de espaldas. Una vez más perdóneme, pero Yoko está malita, malita, ‘insingueibol‘. En la foto se nota que usted tiene más fambeco que ella, vaya, Yoko está que es la 43, Lisa hasta la Terminal, desculá que da grima… ¿De qué se enamoró de ella? No me dirá que de su hermosa voz o de su cuerpo despampanante.

JL: -Ni me acuerdo ya de qué me enamoré de Yoko, igual de aquel pelo de bruja que llevaba, y que me hizo ver -o cegar- que yo valía más que el resto del grupo.

ZP: -También hizo que el mejor grupo de rock de todos los tiempos se separara…

JL: -Al final no creo que hayamos sido el mejor grupo… Igual Los Rolling Stones eran mejores…

ZP: -Al menos todavía tocan…

JL: -Y se drogan, y hasta fueron a tocar a Cuba… Sólo por eso me gustaría resucitar, para ir a tocar a Cuba.

ZP: -En Cuba se acabó la música, hasta con eso acabó el castrismo. Siento decirle que ahora sólo se goza con reguetton.

JL: -Pues igual podría hacerle unos arreglos a Michelle, aquella canción dedicada a la puta francesa, y transformarla en reguetton. Llevaríamos a la señora de Obama para que bailotee una de sus coreografías mientras cantamos. Sí, francamente, si resucitara lo haría para viajar a Cuba a cantarle a los comunistas, acompañado de Michelle Obama, porque la francesa en la que se inspiró la canción resultó ser una puta capitalista, como ya especifiqué antes…

ZP: -Pero los cubanos no son ya más comunistas, odian el comunismo que tan desdichados los ha hecho… Los únicos comunistas que quedan son Raúl Castro y sus esbirros. El pueblo no, la gran mayoría del pueblo no es comunista.

JL: -¿Y quién le dijo a usted que yo iría a cantarle al pueblo? Eso ya lo hizo Mick y al día siguiente ya se habían olvidado de él. Yo iría a cantarle a Raúl y a Canel, y a la gordita de la esposa, a ver si me enseña a bailar casino, que dicen que es buena casinera…

ZP: -¿Bailar casino, un Beatle bailando casino! ¡Dios! Pues, oiga, lleve a Yoko también, por favor, viaje con ella; a ver si con uno de sus perturbadores ululatos acaba por hundir aquella isla de una vez y por todas.

Ahí mismo terminó la entrevista. Es la primera vez que nuestro corresponsal se levanta airado y deja a su anfitrión y entrevistado con la palabra en la boca. «Por mamalón», dice.

Caricatura Luant

 

Zoé Valdés es escritora y artista. Fundadora y directora general de ZoePost.

Luant es caricaturista y bongosero. Reside en España.

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5 Comments

  1. Félix Antonio Rojas G

    Fan…

  2. Pingback: Desde la eternidad: Entrevista con John Lennon, digo, Lennin. Por Zoé Valdés – Zoé Valdés

  3. Ulises Fidalgo

    Muy cómico. Yoko la experta en separaciones

  4. miriam morales soriano

    Me ha encantado! Que sigan ests entrevistas.

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