Por Elegguá Irosoumbo.
Señores Mario Díaz-Balart y Marco Rubio, Congresista y Senador de Estados Unidos de América e hijos del Exilio Cubano:
Jamás imaginé algún día hacerles esta carta, hasta hoy lo único que siempre obtuvieron de mi familia y de mi puño y letra fue ese círculo que se rellena en la boleta electoral, que con orgullo y esperanzas siempre he llenado en cada elección en donde he visto sus nombres; los he defendido como se defiende a un hermano, he salido a pedir por ustedes lo que jamas he pedido por mí. Siempre los he visto como los representantes de los anhelos y sueños de una comunidad destrozada por la tragedia y el dolor,
Con gran insatisfacción vi hace unos días cómo ustedes le facilitaron a un personaje nefasto de esta ciudad -me refiero a Alexander Otaola- la oportunidad de hablar con el presidente de esta gran nación el honorable Donald J. Trump, (¡¡¡si!!! Marcos Rubio, al indeseable que lo trató a usted de prostituta en una carta abierta por darle usted su apoyo a Trump) ¡¡¡Si !!! Mario, al que condenaba y se burlaba de esos viejitos del exilio histórico como lo fue su difunto padre, ¡a ese mismo!
Al parecer de entre todo este calvario exiliado, de todos esos sacrificados y valientes con historias de dignidad y firmeza ante la mas brutal de las tiranías, esas mujeres y hombres que tienen sus cuerpos llenos de cicatrices hechas en las mazmorras del castrismo, madres con huecos en sus corazones por el asesinato de sus hijos, a ustedes se les ocurrió llevar a hablar por el exilio cubano a alguien que sólo tiene ¡huecos en sus pantalones! A alguien que jamás ha pagado un sólo precio por defender a Cuba, en una ciudad en donde en cualquier esquina hay un hombre o una mujer que ha perdido sus mejores años en una celda. ¡Vaya desfachatez la de ustedes !
Ahora tú Mario, eres el cartero fogón de este personaje, el lleva y trae de la pachanga. Como decía nuestro Jose Marti : «El que se reúne con hienas corre el riesgo de morir de asco». Lamentable. Era preferible llevar a una de esas palmas de Hialeah, de las que hablaba Agustín Tamargo, y decía que eran testigo del llanto de un exiliado.
Seguiré siendo un exiliado, sin patria ¡pero sin amo! Y reitero que lamento mucho que ustedes hayan renunciado a nuestro voto, ¡suerte! Creo que ya no sé quiénes tienen más huecos, el pantalón de Otaola ¡o la conciencia de ustedes!
Elegguá Irosoumbo es ex preso político y freelance.
Excelente texto educativo…
Magnifica carta Eleggua, te apaludo con mucho orgullo. Por favor Publiquen el modo de comunicacion mejor para llegar a estos senadores. Gracias.
Bravo!
Gracias Elegguá Irosoumbo! Y a Zoé post, de mi parte ni un votó más.
Excelente carta, asi nos sentimos la mayoría de los cubanos que vitamos por ellos. Gracias
Excelente escribo no cabe duda que expuso la verdad
Excelente carta.
LOS BALART SIEMPRE HAN QUERIDO OCULTAR VERDADES , NO SE COMO UN ESTAFADOR , COMO MARIO ESTE CODO A CODO EN EL CONGRESO, AL PARECER TRUMP DESCONOCE LA REALIDAD DE ESE CABILDERO BALART, PORQUE NO LE PIDIO A TRUMP LA LIBERTAD DE EDUARDO AROZENA , ES UN RIDICULO
Excelente su misiva,como un bufon mediocre,mal educado puede erigirse el vocero y unica voz del pueblo de Cuba desde un micrófono y un mullido sillón en aire acondicionado y con una abultada billetera.