Cultura/Educación

Esa secreta sinfonía: Poetas cubanos de Holguín

Por Redacción ZoePost.

Una plaga inmensa de hormigas bravas y bibijaguas decidió, en los primeros años del siglo XVIII, la ubicación definitiva de la ciudad de Holguín, según nos cuenta Juan Albanés en su Historia breve de la ciudad de Holguín, de 1947. Pero ya en un plano del hato y cercado de Holguín, demarcado en 1600, aparece el río de Lirios o Perronal, el barrio donde nacería en 1943 Reinaldo Arenas (ver en el capítulo “La escuela” de Antes que anochezca. Autobiografía): de uno de sus textos poéticos más significativos sale el título de esta antología de poetas de Holguín de distintas generaciones, siendo Arenas, Reinaldo, el punto de partida cronológico y -por qué no arriesgarlo- estilístico, también, de Esa secreta sinfonía; que incluye “una orden de rompimiento de amistad y unos trabalenguas burlescos”, un texto inédito de Arenas, enriquecido con el facsímile del original en el que a la tipografía machacona de su vieja máquina de escribir se ensartan, de puño y letra, varias correcciones coronadas por la firma travestida de su autor, muerto en 1990, en el exilio.

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One Comment

  1. Orlando J Core

    En + M

    Querido hermano, querido Orlando:

    Voy recorriendo las voces de la secreta sinfonía aún no en olvidanza gracias a tu ardido corazón. Voy tratando de hacerme uno con las diferentes voces, sin querer entenderlo todo al modo poético-pagano, sino, submerso en la ola, alcanzar algo de las entreaguas de una fuerza mayor.

    El día que empecé a leerlo, me quedé maravillado con esto que tú transcribes de Arenas: Yo aspiro a que después de muerto alguien me recuerde por el ritmo de algunas palabras. Poder decir esto desvela cumbres en el entendimiento de la poesía. Ritmo transfigurado, entiendo, sobre lo que se entiende meramente por ritmo. Ritmo como punto de inmóvil amor verbal que modifica y trastorna el alma hasta orbitarla en torno a la voz que, al fin, se reconoce. No sé cómo bien decirlo.

    Me gusta este adentrarme en una silva diferente a la que frecuento, porque me ensancha el espíritu y otros me hacen probar en canto su lignum crucis particular, pero que se queda universalizado. Cuánto dolor sobre la tierra, gemido; ¿Y si todo fuese de Cristo?

    Una vez me citaste una belleza parecida a esta, pero que ya no recuerdo -y quisiera- de quién es: la mejor música es la respiración de un santo / de los santos. No recuerdo bien, pero necesitaría estas palabras con autor.

    Gracias.

    Un abrazo grande en Cristo Cordero y María Santísima.

    Juan [Miguel Domínguez Prieto]

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