Por Régis Iglesias Ramírez.
A Raúl lo conocí siendo yo un niño en los años 70s, cuando él y mi padre eran corresponsales en Prensa Latina y crecí con sus anécdotas simpáticas, como aquella de cuando los coreanos del norte lo encerraron en una habitación al enterarse que era un afamado poeta en la isla y querían que le dedicará una oda a Kim IL Sung, pedido que pudo evadir justificándose ante sus acompañantes con aquello de que la poesía requería un proceso espiritual y encerrarle en un cuarto a esperar que bajaran las musas era contraproducente para la inspiración, como él narraba en su estilo jocoso
Luego, cuando ya me había incorporado al MCL, me enteré, un año o dos más tarde, lo que me dio una gran alegría, que Raúl era uno de los firmantes de la Carta de los Intelectuales encabezada por María Elena Cruz Varela.
Muchas veces coincidimos en todos estos años de lucha, Raúl desde la trinchera del periodismo con Cuba Press, yo desde la del activismo cívico en el Movimiento Cristiano Liberación.
Ambos fuimos arrestados durante la Primavera de 2003 y nos reencontramos siete años y medio después en el exilio madrileño dónde él había llegado un tiempo antes luego de su excarcelación.
En España fuimos invitados a los actos por el Bicentenario de la Constitución de 1812 y creo que no me había reído tanto en un buen tiempo con el refinado humor con el que a uno de nuestros acompañantes le instaba a espabilar y no ser tan “huevo frito”.
Supe que se trasladó a Miami hace unos años, pero entre una cosa y la otra no nos pudimos ver en mis visitas anteriores, aunque Rivero era de las personas que uno quiere incluso sin verlas en mucho tiempo.
No puedo decir que siempre consideramos lo mismo, los hombres no tenemos que coincidir en todo, Rivero era de los que te hacía sentir que, aún disintiendo, estaba contigo.
Hace un rato mi hermano Pablo Pacheco Ávila me acaba de dar la triste noticia. “Rivero falleció, Régis…” Dijo Pablito con voz afectada.
¡Descansa en paz, bardo, amigo!
Regis Iglesias Ramírez. Gestor Proyecto Varela. Preso de la Primavera de Cuba, 2003. Desterrado a España. Actualmente en Miami.
Pingback: Crecí con las anécdotas simpáticas de Raúl Rivero – – Zoé Valdés