Por Zoé Valdés.
Pregunto: ¿Es de sentido común nombrar a una persona sin apenas trayectoria política, más bien por sentimiento y reacción emocional, para un cargo cualquiera que sea desde una administración o gobierno en una institución y/o dependencia que responda a los intereses de dicho gobierno?
¿Es de sentido común, aparte de nombrarla, mentir al divulgarse que está siendo sometida a elecciones cuando no es verdad, cuando desde el primer instante ha sido designada como la favorita y preferida para dicho cargo por nada más y nada menos que la máxima autoridad del gobierno y sus acólitos?
¿Es de sentido común hacer creer a los votantes que la persona en cuestión ha sido elegida por unanimidad y encajarla en el cargo con calzador y palanca?
¿Es de sentido común imponer a una cierta prensa que se haga eco triunfal de esta falsa y manipulada elección? De otro modo la cancelarían (a la prensa).
Podría hacer muchísimas más preguntas, no seguiré en la intención. Pero sólo agregaré lo siguiente: a todas las preguntas mi respuesta es NO. No es de sentido común en ninguna de las opciones. Esa imposición no tiene que ver con ninguno de los sentidos comunes coherentes que en política conozco. Mucho menos con el de Thomas Payne, si es que a ese es al que se refieren cuando hablan de sentido común en Estados Unidos.
Después no se quejen de que en las manifestaciones se vean banderas del color y con el logo del movimiento terrorista 26 de Julio de Fidel Castro, como las acabo de ver en Nueva York. Y tampoco se quejen cuando salga electo alcalde un representante del odio más siniestro contra el capitalismo, promusulungo, en la ciudad donde el terrorismo islamista les descompuso y les desfiguró la estructura urbanística y lo que es peor, les asesinó a tres mil ciudadanos.
Desde el sentido común me importa poco si para un cargo político a la persona electa le mataron al padre como a una pulga domesticada; desde la emoción, a esa misma persona y a su progenitora las recibí en mi casa primero que nadie, les di apoyo y ayuda humana y política, y respondieron traicionando con una bajeza que sólo alguien de muy poca o ninguna visión y pequeñez política y humana pudiera hacer.
Y es todo lo que tengo que añadir.
Gracias.
Zoé Valdés.
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