Por Zoé Valdés/Alejandro Zayas Bazá/Martí Noticias.
El libro de Alejandra Suárez titulado “Mi padre, un espía ruso. La historia de Trigon contada por su hija y sus memorias desclasificadas”, no es sólo un libro muy especial en la materia, sumamente bien hilado y escrito, además nos muestra la verdad desde los sentimientos, pero por encima de todo desde el pensamiento y el análisis de diversos contextos geopolíticos, y desde el pasado con una proyección actual.
Contar la vida de uno de los progenitores resulta siempre un ejercicio difícil, porque se puede caer cómodamente en el subjetivismo más empalagoso. No es para nada este caso. Aunque en dos o tres ocasiones la autora nos aclara que ella pudiera no ser objetiva, en realidad tampoco cae en el lado opuesto…