POR MICHAEL SALLAH PITTSBURGH POST-GAZETTE
17 DE ABRIL DE 2024 3:10 PM. ENH.
Olga Morgan Goodwin, otrora ardiente revolucionaria cubana que fue encarcelada por intentar derrocar a Fidel Castro y posteriormente huyó a Estados Unidos, en donde se convirtió en una figura venerada en la comunidad de exiliados y en una crítica abierta del régimen comunista, falleció el martes en su casa de la Florida luego de sufrir un derrame cerebral. Tenía 87 años. Una de las primeras mujeres líderes de la revolución en su país en la década de 1950, las hazañas de la señora Goodwin, junto con las de su famoso esposo estadounidense William Alexander Morgan, quien dirigió su propia fuerza rebelde, fueron relatadas en libros, artículos y un documental de PBS, llamado “American Comandante”. Después de ayudar a Castro a subir al poder, su esposo fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento en 1961 al romper con el régimen por sus vínculos con el comunismo y ella fue detenida y enviada a prisión, en donde lideró huelgas de hambre y protestas por el mal trato a los presos.
“Fue una líder generacional”, dijo Manny García, ex editor de El Nuevo Herald y confidente de la ex revolucionaria. “Formó parte del movimiento de resistencia de mujeres en Cuba que perdieron su libertad en su lucha por un [país] libre del comunismo”. Tras salir de la cárcel, abandonó su país natal en 1980 en un barco desvencijado durante el puente marítimo del Mariel y se instaló en Toledo, Ohio, ciudad natal de Morgan, en donde llevó a cabo una implacable campaña para traer su cuerpo de vuelta de Cuba para volver a enterrarlo. Sus esfuerzos impulsaron un viaje a su país natal de los congresistas Marcy Kaptur y Charles Rangel, quienes se reunieron con Castro en 2002 en una sesión que duró toda la noche para convencerlo de que liberara los restos. El líder cubano accedió a devolver el cuerpo del estadounidense a Estados Unidos, pero hasta el día de hoy sigue enterrado en un cementerio de La Habana…