EDITO

LGI. 11M: lo lleváis crudo

Por Luis del Pino/La Gaceta de la Iberosfera.

Siempre me he preguntado qué papel jugó en la caída de Juan Carlos I una frase que le soltó a las víctimas del 11M en el sexto aniversario de la masacre. Aquel 11 de marzo de 2010, el rey Juan Carlos I recibió en el Palacio de la Zarzuela a los representantes de las tres asociaciones que agrupan a víctimas de los atentados de Madrid.

Fue un encuentro largo —casi una hora— y bastante cordial y distendido. Se le notaba al monarca relajado y con ganas de hablar. Comentó a sus interlocutores que toda su familia estaba de viaje y les dejó bien patente que agradecía su compañía en un día como aquel. Las víctimas del 11M aprovecharon la reunión para exponer a don Juan Carlos sus puntos de vista y sus quejas. Los representantes de alguna de las asociaciones expresaron su decepción por la labor de la fiscal del caso, Olga Sánchez; del juez instructor, Juan Del Olmo y, sobre todo, del presidente del tribunal encargado de juzgar los hechos, Javier Gómez Bermúdez.

De este último, comentaron la sorpresa que les supuso su repentina transformación en mitad del juicio: si durante la primera parte del mismo pareció que el juez Gómez Bermúdez estaba verdaderamente interesado en averiguar la verdad de lo sucedido e incluso acorraló con sus preguntas a alguno de los mandos policiales, de repente aquello cambió en la semana anterior a las vacaciones de Semana Santa. A partir de entonces, y sin que nadie entendiera qué había sucedido, todo se volvió un intento por consolidar a toda costa la versión oficial. Me abstendré de decir, por respeto a quienes me contaron la escena, qué fue lo que Juan Carlos I contestó sobre Gómez Bermúdez.

El momento más sorprendente se vivió cuando algunos de los presentes manifestaron sus sospechas de que el 11M hubiera sido un crimen de estado y le dijeron a don Juan Carlos que lo que querían, en definitiva, era conocer toda la verdad acerca de aquellos atentados que continúan sin esclarecerse. En ese momento, el Rey, ni corto ni perezoso, les contestó: «Pues lo lleváis crudo. ¡A mí todavía me ocultan cosas del 23F!».

Cuatro meses después, con la apertura del caso Noos contra Iñaki Urdangarín, se iniciaba la serie de acontecimientos que terminaría forzando la abdicación del rey emérito…

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