Por Juan Abreu.
Veo discurrir por las calles del País Etarra un río de nacional–racistas vascos. Marchan por la liberación de los patriotas asesinos vascos. Patriotas: no olvidemos nunca que mataban por una Patria Vasca libre de españoles, pura. Si sumamos al río de proetarras, a los que arrinconaron a las familias de las víctimas, y la marejada de mierdecillas que contemplaban en silencio y con íntima satisfacción los crímenes, patrióticos, de los asesinos etarras, no queda mucho. Y si descontamos de esa suma, a los que acorralados por la banda y sus cómplices en todos los niveles de la sociedad vasca, tuvieron que huir del País Etarra, queda muy poco. De ahí que, como propongo, la provincia o región española llamada País Vasco merezca y deba ser reconocida oficialmente como País Etarra.
Al frente de la manifestación políticos y otros parásitos y hasta una actriz que clama por la libertad de sus asesinos favoritos. Me llama la atención lo de la actriz porque nunca he visto ninguna actuación suya salvo esta de apoyo a los asesinos etarras. Muy aplaudida. Es guapa la actriz y me recuerda una fiesta de las honestas, donde los convidados se enfrascan en refocilamientos varios y en alegrías carnales diversas. Yo asistía a estas fiestas hace años, ahora ya la edad me lo desaconseja. Pero a lo que iba, la actriz corazoncito etarra o patriota vasca, como prefieran, tiene cierto parecido lejano con una muchacha que, en esa fiesta de la que hablo, a punto estaba de ponerse a disfrutar bucalmente de mi pito cuando me dijo que había ido a Madrid y cuando salió al balcón del hotel vio la bandera española en la fachada y eso le disgustó porque ella era muy vasca y lo español como que no. Lo que provocó mi reacción inmediata: puse mi pito a cubierto y ella se quedó con la boca abierta. O, para decirlo lezamianamente, “le negué el festín tropical de Príapo al lebrel encastillado”. Con cierta amargura es verdad, la chica era guapa como he dicho, no una abertzale (las mujeres más feas del mundo). Pero en estos casos un hombre debe atenerse a sus principios.
Alguien que diga no. No. Por el más elemental respeto a las víctimas y a sus familiares los asesinos deben cumplir íntegras sus condenas. Íntegras
Veo la multitudinaria manifestación con esa mezcla de tristeza y asco que siento siempre al ver esas manifestaciones. Si se necesitara (que no) alguna prueba de que el País Etarra es el País Etarra, bastaría con constatar que no hay ninguna manifestación que contrarreste a la manifestación que exige la liberación de los asesinos patriotas vascos. ¿Diez, quince, veinte? ¿Un grupito? ¿Una pancarta que solicite lo justo, que se pudran en la cárcel? Alguien que diga no. No. Por el más elemental respeto a las víctimas y a sus familiares los asesinos deben cumplir íntegras sus condenas. Íntegras. Pero. El mayor activo de los asesinos patriotas vascos es el orgullo que despierta su historial de matarifes en gran parte de la población del País Etarra. ¡Los nuestros! Por eso votan a Bildu. Por eso desfilan. Porque sus matarifes vencieron a los despreciables, inferiores, flojos, españoles. Miren detenidamente a los que marchan por los asesinos, vean esos rostros orgullosos y convencidos de que la lucha etarra (que es también la suya) merece ser recompensada. ¿Sus crímenes? Era lo que había que hacer para expulsar a las fuerzas de ocupación española de la sagrada Tierra Vasca. Ellos se sacrificaron por nosotros. Merecen volver al seno del Pueblo Orgulloso de sus soldados. Así son las cosas. Y el que no quiera verlo merece todas las humillaciones que ha recibido, y que recibirá…
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