Por Zoé Valdés.
Fuente La Gaceta de la Iberosfera.
Volverá a suceder, no duden ni una milésima de que ocurrirá lo mismo que aconteció en las elecciones presidenciales norteamericanas del 2020, que se repitió en Colombia y en Brasil más recientemente, y que es muy probable que se reitere en las elecciones del MiTerm en Estados Unidos. ¿Saben por qué sucederá de nuevo? Pues porque existen una serie de factores para que esta infamia se reproduzca, y el más importante es que los grupos editoriales de prensa, la prensa misma, en su crisis existencial monumental, depende absolutamente de las ayudas y soportes millonarios con las que estos gobiernos de izquierda, una vez en el poder, riegan a estos buenos para nada; perdón, buenos para sí mismos y para faltar a la verdad.
Lo he dicho antes, no será el cambio climático lo que acabará con el planeta, será la desvergüenza del voto mikimouse del que se sirve esta falsa democracia impuesta, que pareciera que solamente posee credibilidad cuando gana la izquierda, pero cuando ganan los otros, su eficacidad no es reconocida, entonces la destrucción y la violencia se apoderan del día a día hundiéndonos en un infierno cotidiano.
Ahora, me pregunto: ¿no existe una fórmula para acabar con esta desvergüenza? ¿No existe una manera de descubrirles las trampas? Ya sé, resulta difícil, este fenómeno proviene de un mecanismo de mentiras que nos llega muy bien engrasado desde tiempos remotos. Fíjense en la denuncia mediante un documental titulado ‘1000 mulas’, que realizó el cineasta y autor Dinesh de Souza, e inclusive así no se ha podido revelar la verdad, pues lo han censurado por todas partes; en primer lugar, en los cines, después en las múltiples y más populares plataformas streaming.
¿Qué hacer, cómo enfrentarnos? ¿Valdría solamente ir a votar masivamente cuando sabemos que quienes controlan el mecanismo forman parte de lo mismo, y son capaces, ya lo hicieron, de ocultar el voto, de anularlo, de desaparecerlo, y has de revertirlo a favor de nuestros contrincantes?
¿Dónde están las personas de buen corazón, amantes de las ideas, y de la verdad, que puedan desde el poder solucionar esto? ¿Por qué a quienes emprenden esta batalla se les insulta llamándoles de todo, se les delata, se les oculta hasta desaparecerlos? Pues porque es así como la ultraizquierda gana siempre, y la izquierda, el socialismo y el comunismo, amparándose entre ellos. A mí sí que nadie puede venir a hacerme cuentos.
Yo soporto mal las traiciones, he sido traicionada en muchísimas ocasiones, pero la peor y mayor traición que me han hecho es no darme la oportunidad de nacer y de vivir en mi país bajo un sistema libre y democrático amparado por sus valores y por su verdadera Constitución; por lo tanto, no puedo soportar que ocurra lo mismo a mis patrias de adopción.
La única opción que atisbo para salvar España es que gane VOX, un partido “de extrema necesidad”, tal como lo han definido sus fundadores. Sólo un ramalazo mayor y contundente hará reflexionar a los españoles que todavía dudan.
Para Estados Unidos sería que ganen esta vez los Republicanos, es lo que debiera suceder si las fuerzas malignas no se interponen…
Para Francia, siento decir, que Francia no tiene ninguna solución en una derecha tan perturbada que lo único que se le ocurre a uno de sus militantes es gritar improperios racistas en pleno hemiciclo. Y sí, fueron improperios racistas, tal como fueron formulados.
Hay una derecha muy inteligente en Francia, no lo estoy negando, pero no está cerca ni preparada para el poder, y mucho menos constituida en un partido importante y veraz. Habrá que esperar a ver qué pasa en el futuro con los recambios y cambios dentro de Agrupación Nacional, muy inteligentes allí no son. Ojo, no es lo mismo la astucia que la inteligencia.
En cuando a la sudada Sudamérica, toda teñida de rojo sangre; no busquen que no hay más.
¿Y de mi Cuba qué? Frase popular y populista donde las haya… Pensar en ella es mi cruz diaria. La oposición en su gran mayoría perdida en el llano, y el exilio descubriendo el agua tibia en los Spaces de Twitter. Sólo me queda rezar como Tamara Falcó.
Como queriase verificar la “oposicion” de la isla siempre fue falsa la unica que siempre dijo una gran verdad fue Laritza Diversent con aquello del “teniente que nos atiende” esa oposicion no sirviò, sirviò solo para la pantalla por esta razon nunca me tirè de barriga con ninguno, solo con la del piso 14 y en cuanto me di cuenta lo dije y nos botaron a todos y de ahi nacieron la 4 gatos, por los demas no se puede perder la esperanza yo creo en los milagros aun cuando duren poco porque los grandes poderes son los que tienen el dinero para poderte corronper, comprar, silenciar y esclavizar quien jamas me hubiera podido decir que una mujer que consideraba intachable fuese financiada por Soros como la Enma Bonino? (escandalito fresco)y hace años.. muda y en silencio tenia que ser? y la ultima tranche fue para hacerle un muro a la Meloni y no dejarla ganar el fango ha sido mucho pero hay un Dios en cielo y los milagros existen, No se puede perder la esperanza toda esa crapula tienen que sucumbir por el bien de la humanidad
Si nos atuviéramos al dichoso péndulo, a sus oscilaciones periódicas, Latinoamérica regresaría pronto, arrepentida de aventuras zurdas, al dominio de la cordura. Dudo sin embargo de los periódicos vaivenes al comprobar que los manuales de acceso y conservación del poder, aplicados con leves variantes en cada uno de los rediles atrapados en la diabólica red, vienen afinando estrategias efectivas de perpetuación; entre estas, desde luego la cooptación de la mass media mediante pauta oficial o, como ocurre en Nicaragua, Venezuela, Perú, y ahora para nuestra vergüenza, Colombia, la apropiación de medios por mecanismos de adquisición accionaria, empleando para el efecto a inversionistas, abiertos o velados simpatizantes. Los nuevos dueños del cuarto poder instauran su tropa de compinches, y muy pronto el lenguaje del odio sectario hacia el contradictor se adueña del discurso. La batalla por el digno retorno de la razón, debe darse, incluso aprendiendo “mañas” del enemigo.