Por Esteban Álvarez-Buylla.
Si recuerdas haber sido un niño querido
No te hubieras tomado la sopa de fideos y te hubieran sonreído.
Y el arroz con pollo de la abuela hubiera sido algún dia más que los Domingos.
Hubiera querido quedarme con el gatico negro o
La paloma blanca, ambos o alguno me daba igual.
Tan igual, que hubiera querido que fuera de juguete el revólver con que forcejeó Librado.
Los gatos y los arbusto abusados pasaban a segundo lugar.
Un niño querido siempre fui, escondiendo los desgarres del pantalón, de brincar sobre las cercas o entrar en home sin que me sacaran out.
Esperando mirar a Alina jugar voleibol.
Un niño, esperando a algún tío para completar el dominó.
Niño insoportable, gusano, que rompes los letreros de “esta es tu casa, Maldición”.
Esteban Álvarez-Buylla es pintor y poeta.