Por Zoé Valdés.
Frente a la iniciativa del partido VOX, la tercera fuerza política más importante de España, de imponer una moción de censura al gobierno de Pedro Sánchez, no pude y no puedo menos que aplaudir de pie durante el tiempo que sea; y lo está diciendo alguien que desde que salió de Cuba donde todo el mundo aplaude por inercia se juró no aplaudir a nadie más en la vida y ha cumplido su palabra hasta hoy.
Ahora, eso sí, tengo que especificar que una moción de censura es bien poco en comparación con lo que se merecen estos miserables, por comunistas, corruptos y genocidas.
Esta gente debiera ser juzgada y cumplir en la cárcel por atentado contra la democracia, por crímenes contra la humanidad y por realzar símbolos comunistas antihumanitarios además de blanquear al terrorismo y entregarle poder a los asesinos de ETA.
Merecen la cárcel y tirar la llave de las rejas por una alcantarilla. ¿Sucederá? Ni por asomo, miren con todo lo que han asesinado en Cuba y ahí están: más de sesenta y un años en el poder y todavía matando de hambre y esclavizando, y no únicamente a los cubanos.
Lo que sinceramente no consigo entender es cómo, el segundo líder de la oposición, Pablo Casado, del Partido Popular, no apoyara esta moción de censura, y se negara a tumbar de cuajo a un gobierno que lo que más anhela es destrozar a España y a la monarquía constitucional, un gobierno al que no le vaciló el puño para presentar una moción de censura que destituyó al presidente Mariano Rajoy, de su mismo partido. No lo comprendo, no me cabe en la cabeza.
Los titubeos, las vacilaciones frente a los comunistas se pagan caro en la política, de eso los cubanos sabemos demasiado. No se puede vacilar frente a alguien que entona La Internacional, puño en alto, como lo hace Pedro Sánchez arropado por los advenedizosde su partido. La Internacional, no lo olviden, es un himno comunista y su letra ampara no a los pobres del mundo, no, a los pobres del mundo los hace más pobres, los hace miserables. Su letra ampara a los que como el vicepresidente de España, Pablo Iglesias y su mujer nombrada ministra por el mero hecho de ser su mujer, a lo único que aspiran es a ser casta encaramados y aplastando a los pobres del mundo, y desmoronando una cultura que desprecian por el mero hecho de ser española. No se puede hesitar frente a semejantes heces.
El gobierno de Pedro Sánchez en pleno merece la moción de censura y debe dimitir también en pleno por el inmenso daño que en el tiempo que llevan mal gobernando le han hecho a España.
No hay un solo ministro que se salve de ese gobierno, ni uno sólo. Y, me apena decirlo,pues, aunque no comulgo con el socialismo conozco a personas socialistas del antiguo PSOE que en nada se sienten identificados con esta mugre y con esta banda de energúmenos que no saben ni comportarse en un hemiciclo y que apenas hablan, gruñen.
Banda de extremistas aliados a criminales, pandilla de ignorantes que sólo promueven la idiotez, el odio y el crimen.
No ha habido una sola noticia buena ni medianamente regular desde que este fatuo se impuso mediante moción de censura. Entonces, el que a moción de censura mata a moción de censura muere.
Espero que no quede un español –desde su posición de hombre y mujer libres– sin apoyar esta moción de censura (caso de que hubiera otra, lo que dudo) con la finalidad de volver a hacer a España grande otra vez.
Zoé Valdés es escritora y artista. Fundadora y Directora general de ZoePost.