Por Antonio Rodríguez/The Objective.
Indignación entre los trabajadores del Instituto Cervantes después de que su director, Luis García Montero, haya creado una plaza de subdirectora en el organismo público que preside para blindar de por vida a una alto cargo de su equipo directivo. Concretamente, a la actual directora de Transformación y Comunicación Digital, Tíscar Lara. Para ello, ha puesto en marcha un proceso selectivo con unos requisitos que benefician a su subordinada y en el que solo se exige superar una entrevista personalcon su número dos: la secretaria general del Cervantes, Carmen Noguero.