EDITO, Política

TO: Falsa amenaza

Por Fernando Savater/TO.

Hace más de medio siglo leí una novela de ciencia ficción que no he olvidado. No era obra de uno de mis autores favoritos del género, como Bradbury, Asimov, Clarke o Frederic Brown. El autor era un francés, Jean Hougron, sólo reputado por una serie de novelas sobre Indochina. El signo del perro era su primera narración de ficción científica y además de la emoción de la aventura encerraba una curiosa parábola. Un explorador espacial llega a un planeta cuyos habitantes viven encerrados en una ciudad amurallada. Esa ciudad es asaltada a cada poco por unos monstruos enormes y feroces a los que no pueden detener las murallas ni las armas de los defensores: los únicos que logran frenarles son unos magos o sacerdotes que se enfrentan a ellos sólo con su fuerza mental y así les hacen retroceder. No hace falta decir que estos salvadores providenciales son las máximas autoridades de la ciudad,  la vida de cuyos habitantes depende de ellos. Después de varias peripecias intrigantes, el lector descubre que los terribles monstruos no son más que marionetas creadas por los magos para perpetuar su poder sobre la ciudad falsamente asediada. Recientemente el director Night Shyamalan filmó una película, The village, con un argumento parecido.

De El signo del perro al signo de los tiempos. Durante las dos últimas campañas electorales he recordado a menudo la novela de Jean Hougron. Con las necesarias adaptaciones a nuestra actualidad política, claro: los monstruos que nos amenazan son los de la extrema derecha, los «ultras» por antonomasia según establece -ordeno y mando- el Libro de Estilo de El PaísSu asalto a las instituciones acabará con todo tipo de derechos civiles, humanos y animales. Retrocederemos hasta el Paleolítico inferior o superior, no sé, el que caiga más atrás. Nada puede detener su avance arrollador sino los paladines de la izquierda, Yolanda DíazBolaños, Rufián, Ortuzar (que se come a la derecha el solito) y sobre todo y por encima de todos, tachán, ¡Pedro Sánchez! Ante argumentación tan incontrovertible, millones de ciudadanos en estado de alerta han votado a los magos para librarse de los monstruos. Da gusto vivir entre gente tal difícil de engañar…

 

(…) Desde luego, la batalla contra la ultraderecha en España como prioridad política y la indispensable demonización mediática de Vox ha encontrado su debido eco en la prensa extranjera, lo que demuestra que la imbecilidad política -como antes se dijo del proletariado- no tiene patria. La escritora de origen cubano Zoé Valdés se presentó en las elecciones de julio como senadora por Vox (yo te voté sin dudar, Zoé) y concedió una entrevista al diario francés Le Monde (a petición de éste) para intentar disipar algunos de los muchos bulos fantasmales que corren sobre su partido. Como era de temer, la entrevista fue manipulada y aprovechada para ridiculizar a la candidata, según denunció ésta en la revista Causeur. Así funcionan los informadores «progresistas» en los países de la Europa occidental…

Pulse aquí para leer el artículo completo en The Objective.

Nota Redacción ZoePost: Valió la pena. ZV.

 

 

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