Por Esteban Álvarez-Buylla.
Testigo soy
Del bosque interminable
Con sendas de hojarasca
De maleza espinosa y
Telarañas pegajosas
De nube oportuna amortiguando el sol
De nube inoportuna de torrencial aguacero
De rasguños de cortezas y ramas puntiagudas
Del olor familiar de mis bebidas
Tropiezos y silencios, de tiznes y retoños
Testigo del criminal que soy
Del delito de empotrarme en el tronco permisivo
En el hueco perfecto, un nido, un deterioro del tiempo
Invadir devolviendo el alma a donde estuvo
Antes de de vivir conmigo
De enterarme, de dar de si constantemente
En las hogueras del infierno
En el Poniente
Testigo humilde, de pegar mi jeta en la arena
Para encontrar las estrellas en las curvas
De caracoles diminutos
Creídos por ser algo mayor que casi nada
De ver en detalle la huella de tus pies
Yendo y viniendo por la orilla de la playa
Cualquier ola rompiendo, la memorable y la nueva
Esa misma del mar qué viene, la baña y se retira
Testigo de quien nunca imaginé ser
De algo tan real con trazos de quimera
Mil y un millón de veces cerciorarme
Que no es una mentira
Esteban Álvarez-Buylla es pintor y poeta.
Muy bello
Gracias, Rogelio.