Cultura/Educación

Teresa de Lisieux y Rerum Novarum

Por Orlando J. Coré Fernández.

 

[…] Un instante después yo estaba a los pies del Santo Padre; después que hube besado su pantufla, él me presentaba la mano; pero en lugar de besarla, junté las mías, y levantando hasta su rostro mis ojos bañados en lágrimas, exclamé: -<< ¡Santísimo Padre, tengo que pediros una gran gracia!… >> […] -<<Santísimo Padre, le dije, en honor de vuestro jubileo, ¡permitidme entrar en el Carmelo a los 15 años! ….. >>. (1)

[…] pero no le dije todo, porque el Sr. Révérony no me dio tiempo. Dijo enseguida: Santísimo Padre, se trata de una niña que quiere entrar al Carmelo a los quince años, pero sus superiores se están ocupando actualmente de ello. (El buen Papa está tan viejo que se diría que está muerto, nunca me lo hubiera imaginado así, no puede decir casi nada, es el Sr. Révérony el que habla.) (2)

Ese buen Papa tan viejo que se diría que está muerto, según el testimonio de Teresa de Lisieux, es León XIII, el autor de la primera encíclica de la doctrina social de la Iglesia Católica, publicada el viernes 15 de mayo de 1891, conocida como RERUM NOVARUM: Sobre la Cuestión Obrera.

En la obra de teatro EL TRIUNFO DE LA HUMILDAD, fechada el 21 de junio de 1896, su autora, Teresa de Lisieux, monja del Carmelo, pone estas palabras en boca del personaje de LUCIFER, astuto padre de la mentira:

LUCIFER (a BAAL-ZEBOUB)

Si tú no tomas parte en nuestra gloriosa empresa, no participarás de nuestra victoria… Te recuerdo que soy el príncipe de este mundo, y es preciso que reine en todas partes. Cristo ha declarado que las puertas del infierno no prevalecerán jamás contra su Iglesia, pero mi poder ya retiene prisionero al sucesor de Pedro; sin embargo, no es suficiente, necesito un triunfo completo; y este triunfo no lo obtendré más que destruyendo los conventos… ¡Adelante!… Ánimo, amigos… ¡¡¡A la lucha… A la lucha!!!…

El Papa León XIII ahora será visto y catalogado -como el recién fallecido Papa Francisco I y quién quita que su sucesor León XIV también lo sea- poco más o menos hereje, por proclamar ideas de tanta vigencia hoy mismo:

“Como quiera que sea, vemos claramente, y en esto convienen todos, que es preciso dar pronto y oportuno auxilio a los hombres de la ínfima clase, puesto caso que sin merecerlo se hallan la mayor parte de ellos en una condición desgraciada y calamitosa.

Sea, pues, el primer principio y como la base de todo, que no hay más remedio que acomodarse a la condición humana, que en la sociedad civil, no pueden ser todos iguales, los altos y los bajos. Afánanse, en verdad, por ellos los <<socialistas>>; pero es vano ese afán, y contra la naturaleza misma de las cosas.

[…] los que al desgraciado pueblo prometen una vida exenta de toda fatiga y dolor, y regalada con holganza e incesantes placeres, lo inducen a errar, lo engañan con fraudes, de que brotarán algún día males mayores que los presentes… (3)”

En LA HUIDA A EGIPTO, obra de teatro fechada el 21 de enero de 1896, hay este diálogo de María y José:

La Santísima Virgen

(…) Pronto Jesús crecerá, y tú tendrás que enseñarle a trabajar al Creador del universo… Ganará contigo el pan con el sudor de su rostro adorable…

San José

¿Qué dices, María? ¿Tendrá que convertirse Jesús en un pobre artesano como yo? ¡No, no tendré valor para verlo aguantar los desplantes que recibo yo…! Hoy mismo, ese señor rico para el que trabajaba no quedó contento de mi labor y me ha despedido diciéndome que me fuera a probar suerte a otra parte. Después de buscar y de ser rechazado en muchos sitios, acabé encontrando suficiente trabajo para un mes; podré hacerlo aquí en casa, lo cual es una suerte que no me atrevía a esperar. ¡Qué alegría el no tener que estar lejos de Jesús y de ti…! […]

El segundo acto se desarrolla en la cueva de los ladrones. Abrahim, el jefe de los cacos, cuenta a Susana, su mujer, que por orden de Herodes todos los niños de dos años para abajo han sido degollados despiadadamente ante los ojos y en brazos de sus madres…convencido de que así exterminaría al descendiente de David.

Susana, pensativa

¡Qué historia tan extraña! Un niño al que adoran unos reyes extranjeros y que hace temblar a Herodes en su trono… ¿No será el Mesías esperado por los judíos…?

Dos escenas después, Susana, que ha quedado sola con su bebé enfermo de lepra, oye que llaman suavemente a la puerta de la cueva. Es la sagrada familia a la que la mujer del ladrón primero niega la posada y después, al ver a María con el Niño Jesús en brazos, enternecida, deja pasar.

Susana

Debe de ser muy importante el asunto que os lleva a hacer un viaje tan pesado. Si es para buscar fortuna en Egipto, os recomiendo que no sigáis vuestro camino: al parecer, los pobres son todavía más desgraciados en ese país que en el nuestro. Por lo demás, debéis saber que la miseria sigue por todas partes a los que han nacido bajo su estrella. El único medio de evitarla es rebelarse contra los ricos y arrebatarles las riquezas tan injustamente repartidas.

A una parte esencial del MANIFIESTO COMUNISTA, que tuvo una temprana aparición en París “algún tiempo antes de la insurrección de junio de 1848”, como aclara el prefacio firmado por Carlos Marx y Federico Engels (Londres, 24 de junio de 1872), parecería estar parafraseando el personaje de Susana en su diálogo con San José y La Santísima Virgen.

San José

No es de la pobreza de lo que huimos. La felicidad no consiste en poseer riquezas, sino en someter humildemente nuestra voluntad a la de Dios, que da a cada uno lo que sabe serle necesario para la salvación de su alma.

La Santísima Virgen

Pobre mujer, ¿cómo podéis apegar vuestra alma a todas estas riquezas adquiridas injustamente? ¿Por qué no cifráis toda vuestra felicidad en formar el corazón de este hermoso niño que el Buen Dios os ha confiado?

En la escena que sigue, Abramin, cuya acción inmediata a la de entrar a la cueva y ver a María y a José ha sido la de sacar la espada, ante el milagro de la curación de su niño leproso, Dimas, con el agua de la alberca donde antes había sido bañado el Niño Jesús, experimenta una auténtica anagnórisis:

Abramin

¡Un reino! ¡Ah! Ya caigo… Este Niño maravilloso es Aquel que Herodes cree haber exterminado… Es el Rey de los Judíos, el Mesías que esperan desde hace tanto tiempo.

La Santísima Virgen

¡Oh! ¡Maravilla de la misericordia de Dios, que se oculta a los sabios y a los doctos para revelarse a los pequeños, a las ovejas errantes e infieles!

La puesta en escena dentro de los muros del convento de LA HUIDA A EGIPTO, causa tal revuelo que es mandada a suspender en medio de la representación, por la violencia de alguna escena, algunas de sus expresiones o la melodía moderna que se empleó en el canto de algunos pasajes, según se anota en la edición consultada. (4)

En la penúltima escena, quedan Susana y La Santísima Virgen que responde a la inquietud de la esposa y madre de ladrones con este precioso bocadillo:

La Santísima Virgen

Sin duda, esos que amáis ofenderán al Dios que les ha colmado de beneficios; sin embargo, tened confianza en la misericordia infinita de Dios; ella es lo suficientemente grande para borrar los más grandes crímenes cuando encuentra un corazón de madre que deposita en ella toda su confianza.

Jesús no desea la muerte del pecador, sino que se convierta y viva eternamente. Este niño que, sin esfuerzo, acaba de curar a vuestro hijo de la lepra, lo curará un día de una lepra mucho más dañina… Entonces, un simple baño no bastará; será necesario que Dimas sea lavado en la sangre del Redentor… Jesús morirá para dar la vida a Dimas y éste entrará el mismo día que el Hijo de Dios en su reino Celestial.

<< ¡Ah, cuántas luces no he sacado yo de las obras de Nuestro P. Sn J. de la C.! … A la edad de 17 y 18 años no tenía otro alimento espiritual […] >> (5) Tenía, al momento en que redacta, a la edad de 23 años, LA HUIDA A EGIPTO, Teresita de Lisieux, conocimiento y lecturas de los evangelios apócrifos donde -más que en el Evangelio según San Lucas- se habla del buen malhechor (6).

En lo que no caben dudas, es en la apuesta, en la opción, de Teresa de Lisieux por la pobreza espiritual y por los pobres del mundo. Por la pobreza espiritual, esta rosa viva de su magisterio como Doctora de la Iglesia:

<< Es reconocer su nada, esperarlo todo de Dios, como un niñito lo espera todo de su padre; es no preocuparse de nada, no ganar dinero. Incluso los pobres dan a sus hijos pequeños lo que necesitan, pero apenas el niño está crecidito, su padre ya no quiere seguir manteniéndolo y le dice: Ahora trabaja, puedes bastarte a ti mismo.

Es para no oír eso que yo no he querido crecer, sintiéndome incapaz de ganarme la vida, la vida eterna del Cielo. Me he quedado, pues, siempre pequeña, sin otra ocupación que la de recoger flores, las flores del amor y del sacrificio y ofrecérselas a Dios para su recreo.

Ser pequeño es, además, no atribuirse a sí mismo las virtudes que se practican, creyéndose capaz de algo, sino reconocer que Dios pone ese tesoro en la mano de su hijito para que se sirva de él cuando lo necesite; pero es siempre el tesoro de Dios. Por último, es no desanimarse por las propias faltas, porque los niños caen a menudo, pero son demasiado pequeños para hacerse mucho daño.>> (7)

De la opción por los pobres del mundo, esta otra rosa viva del evangelio de Teresita de Lisieux:

<< Durante los paseos que daba con papá, le gustaba hacerme llevar la limosna a los pobres con los que nos encontrábamos. Un día, vimos a uno que se arrastraba penosamente sobre sus muletas; me acerqué a él para darle una moneda; pero no sintiéndose tan pobre como para recibir la limosna, me miró sonriendo tristemente, y rehusó aceptar lo que le ofrecía.

No puedo decir lo que pasó en mi corazón; habría querido consolarle, aliviarle, y en vez de eso, pensaba haberle causado pena; sin duda, el pobre enfermo adivinó mi pensamiento, pues le vi volverse y sonreírme. Papá acababa de comprarme un dulce; me vinieron muchas ganas de dárselo, pero no me atreví; sin embargo, yo quería darle algo que no pudiese rehusar, pues sentía hacia él una gran simpatía. Entonces recordé haber oído decir que en el día de la primera comunión se obtenía cuanto se pedía. Este pensamiento me consoló, y aunque no tenía entonces más que seis años, me dije: “Rogaré por mi pobre el día de mi primera comunión.” Mantuve mi promesa cinco años más tarde, y espero que Dios escucharía la oración que Él mismo me había inspirado dirigirle por uno de sus miembros dolientes…>> (8)

Un par de florecitas -neguillas de los trigos- más, sacadas de sus ÚLTIMAS CONVERSACIONES (del 21 al 26 de mayo, la número 3 y la número 5):

3

Después de mi muerte, no habrá que rodearme con coronas […] A las personas que quieran ofrecerlas, díganles que prefiero que se emplee ese dinero en rescatar a algunos negritos. Es eso lo que me gustaría.

5

Estoy convencida de la inutilidad de los remedios para curarme; pero me las he arreglado con Dios para que se aprovechen de ellos los pobres misioneros enfermos, que no tienen ni tiempo ni medios para cuidarse. Yo le pido que, en lugar de curarme a mí, los cure a ellos a través de los medicamentos y del reposo que yo debo tomar.

En EL DIVINO MENDIGO DE NAVIDAD pidiendo limosna a las carmelitas, 25 de diciembre de 1895, que es otra de sus performances, en este caso de una pobreza teatral plena  de sentido y belleza, en el misterio de las papeletas, sacadas al azar por las actrices que son las mismas monjas del convento, entre ellas la propia Teresita, se encuentra esta:

 

Un palacio

Grandes, nobles de la tierra,

todos tienen sus palacios,

mientras en pobres tugurios

habitan los desgraciados.

 

Mira así en un triste establo

al Pobre de Navidad:

¡su gloria inefable oculta

lejos de su Trono real…!

 

 

Tu corazón tendrá paz

siempre que ames la pobreza;

querida Hermana, Jesús

por palacio te desea.

 

A ti, Hermana, por palacio te desea.

 

En el poema POR QUÉ TE AMO MARÍA, de 1897, no falta:

 

Luego, en Belén, más tarde ¡José y María! veo

Que a los dos os rechazan todos sus habitantes

No hay quien hospedar quiera a pobres extranjeros

El sitio se reserva solo para los grandes…

El sitio es de los grandes y ha de ser en un establo

Donde debe engendrar a un Dios la Reina de los Cielos.

Oh mi Madre querida, qué amable me pareces

¡Y en un lugar tan pobre, ah, qué grande te encuentro!…

 

 

A Papa Francisco, 16 de julio de 2025.

Orlando J. Coré Fernández es escritor.

 

(1)  HISTORIA DE UN ALMA. Manuscrito A, 173.

(2)  Epistolario. A sor Inés de Jesús, 20 de noviembre 1887.

(3)  RERUM NOVARUM (de los apartados 8, 28 y 30)

(4)  OBRAS SELECTAS DE TERESA DE LISIEUX, DOCTORA DE LA IGLESIA. Prólogo, traducción y notas Vicente Martínez-Blat. EDIBESA MADRID, 2003. TERESA DE LISIEUX. TEATRO Y POESÍAS. EDITORIAL MONTE CARMELO. BURGOS, 1997.

(5)  HISTORIA DE UN ALMA. Manuscrito A, 236.

(6)  Dimas, según la tradición apostólica y evangelios apócrifos; Tito, según el evangelio árabe de la infancia. Teresita -afirman- se inspiró en un episodio de los evangelios apócrifos del libro << El pie de la cruz o los dolores de María >> del P. Faber.

(7)  ÚLTIMAS CONVERSACIONES. 6 de agosto. Número 8.

(8)  HISTORIA DE UN ALMA. Manuscrito A, 52.

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