Relato Mundial

Stalin y las Vaquillas

Luis Rubiales

Por Félix Antonio Rojas.

El des-gobierno español de coalición de extrema izquierda ha salido en manada como un encierro de toros y vacas carmesí, a pedir la renuncia del macarra de discoteca con léxico de poligonero: el calvorota Rubiales, Presidente de la Federación Española de Fútbol: un verso libre, un incontrolable que se les ha ido de las manos al que da las órdenes el grupo PRISA: ya pondrán a un Iker Casillas de turno o a alguien más manejable por el “Ser Superior”.
Supongamos que Rubiales es un agresor sexual y tiene que renunciar según las militantes del poliburot feminista. Entonces los políticos actuales del gobierno del PSOE deberían desaparecer y extinguirse sin derecho a reproducirse jamás.
Han caducado.
La inflación subyacente en máximos históricos, España es uno de los países de UE más expuestos, con 18.8% en el aumento del precio de los productos alimenticios. La gasolina rozando los 1. 9 euros de media. El gobierno penetrado por enemigos del estado español dividido entre separatistas y ex etarras. Votos perdidos por correo misteriosamente. La deuda externa disparada y sin control. El poder adquisitivo del ciudadano medio reducido desde hace 4 años en un 15%. Aumento extremo de la emigración ilegal y faltas de medios eficaces en las fronteras para la contención . Los delitos de asaltos y crímenes aumentados y sin control en las calles de las grandes ciudades por parte de las políticas nefastas contra la delincuencia de grupos de musulmanes muy violentos y peligrosos en su esencia. El problema de la ocupación masiva en casas y apartamentos de propiedad privada… Y un sin fin de problemas que convierten a España en uno de los países más inestables económicamente y de seguridad de Europa.
Pero lo que más me ha sorprendido del beso robado a Jenny Hermoso, es la ternura y esa extraña y repentina preocupación de la extrema izquierda por la Infanta y por la Reina, mientras el hijo pródigo de Motril celebraba el triunfo de la selección agarrándose con furia sus castizos cojones socialistas.
Una última pregunta ingenua: ¿y si Rubiales en ese instante lúdico se sintió una más del grupo y si se percibió una mujer entre tantas hormonas femeninas?
Félix Antonio Rojas es friki freelancer.
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