Por Lucimey Lima Pérez.
Destacada, polifacética, controversial, así y más es Serotonina. Quizás por toda su elegancia y distinción ha sido popularizada no sin exageraciones y charlatanerías. Conocer su historia es adentrarse en la vida de pioneros y de muchos investigadores recientes. Me incluyo al considerarla una de mis mejores amigas.
Su primer nombre otorgado fue Enteramina, por haberse descubierto en unas células llamadas cromafines situadas en el intestino grueso, no un elegante nacimiento, pero muy relevante (Erspamer y Vialli, 1937). Considero que no existen modelos en ciencia, aunque sí sistemas relativamente sencillos para estudiar procesos moleculares, así esos sistemas iniciales fueron la base de nuestro conocimiento en primates superiores, como nosotros. Pues los autores señalados encontraron que Enteramina producía contracción del músculo liso, además se atrevieron a proponer que era un indol (estructura química C8,H7,N, sin ofender a nadie).
Como sucede con ciertas damas distinguidas, en 1948 (Rapport, Green y Page) publicaron sobre una substancia que producía contracción vasomotora y se encontraba en el suero de bovinos, la nombraron Serotonina. Tal como dicho, toda una dama. Ya en 1952 (Erspamer y Asero) declaran que los dos nombres son dados a la misma siempre joven.
Quizás la vocación bioquímica del grupo que sin propósito le dio otro nombre hizo que prevaleciera el mismo porque la identificaron en forma cristalina, su estructura descubierta, oficialmente 5-Hidroxi-triptamina (famosa 5-HT).
Cayeron muchos aguaceros o palos de agua que son lo mismo, hasta que dos acontecimientos sacudieron el Planeta: i) está en el cerebro de mamíferos es una neurotransmisora (Twarog y Page, 1953); ii) tiene que ver con desórdenes mentales (Woolley y Saw, 1954) GOL!!! Nació una amplia hija como tal, la Neuroquímica.
El conocimiento de la dama en cuestión y de algunas de sus funciones ejecutivas era incipiente, las demostraciones sobre sus tremendas habilidades y las simulaciones en relación con su conducta se producen continuamente, así como crece el conocimiento, así como surgen desacuerdos. Sus múltiples tareas se relacionan, sin responsabilidad absoluta, con el ánimo, el sueño, el apetito, la digestión, el estrés, la ansiedad, la memoria, la función sexual, siempre mal o bien acompañada.
En los años 60 surgió la idea de que Serotonina estaba disminuida en la depresión, lo cual mantienen algunos y combaten otros desde los 90s. Lo cierto es que los intereses comerciales y el altruismo científico ha llevado a la producción de moléculas, luego convertidas en medicamentos aprobados, que mediante mecanismos específicos hacen que se incremente Serotonina donde debe actuar. Ella es la voz y los receptores son variados, toda una plática de alto nivel.
Muchos nos hemos preguntado y también hurgado en las respuestas a nuestro alcance, qué produce el hecho de utilizar Prozac (uso el término comercial porque es nombrado como tal en más de un libro), que prefiero llamar fluoxetina, en los trastornos del afecto y de ansiedad. La conversación es entre varios y si quitamos a uno de los miembros para devolverlo a casa donde se produjo, los interlocutores se afectan, se modifican, y toda la comunicación cambia. No dudo sobre el beneficio en Psicofarmacología, eso sí, con fundamento individualizado y saber del ejercicio.
Como una de mis mejores amigas, que no son muchas y puedo nombrarlas, tales como Dopamina, Noradrenalina, Adrenalina y Taurina, la he conocido en cierto detalle y la alabo (Lima y col., depresión, ansiedad, linfocitos, sistema inmunológico, retina). También cuento con mejores amigos como Triptófano y Glutamato.
Pura ciencia y algo de ficción. Sin titubeo, no a la depresión, no porque deteriora, no porque hace sufrir, así que integremos técnicas farmacológicas y psicoterapéuticas para un buen vivir.
(Mayúsculas han sido usadas deliberadamente).
Lucimey Lima Pérez es Psiquiatra, Psicoterapeuta, Máster y PhD en Neuroquímica.