Por Esteban Álvarez-Buylla.
Rosa descascarada
Vedada calzada vertical de hormigas
Resecos ladrillos en cemento viejo
Vista inerte a dos palmos de la cara
Te veo siempre, hasta con los ojos abiertos.
Crees que tú y yo somos uno solo
Tu virtud es la presencia, a costa de mi miedo
Asusta que no estés y el paisaje me trague
Valles verdes luminosos, húmeda belleza blancoazul
que enamoran pasos indecisos con ternura
Palabras de suave pasto virginal.
Un muro nuevo pretendes parir
Que éste de mi corazón sea muralla
Lo educas desde tus entrañas
Le adviertes que si cede, me libero
Si aprendo, me voy de un salto
Si amo, no me contiene.
La pared y sus engendros bastardos
Como toda aquello que a uno impide
Sólo cesan si de ellos no quieres saber
Si al alma integras, consciente, todo lo que falta
Nacer y morir cada día
Pasión de vivir
Explosión vital de deshacer paredes.
Obra de Esteban Álvarez-Buylla.
Esteban Álvarez-Buylla es pintor y poeta.