En toda China, desde Yunnan hasta Mongolia Interior, miles desafían el régimen chino: desalojos, impagos y confiscaciones desatan una ola de protestas justo antes del Día Nacional del PCCh. Y esto pasa no solo en China. Desde Washington hasta Europa, activistas chinos y comunidades perseguidas alzan la voz: denuncian represión, abusos y hasta el tráfico de órganos bajo el PCCh. Por otra parte, China designa a un veterano de inteligencia como su nueva clave diplomática, mientras crecen las sospechas por el misterioso arresto de su predecesor. Y en Estados Unidos, manifestantes denuncian que una cadena de cafés oculta un riesgo de ciberespionaje: cada compra por su aplicación podría exponer datos sensibles al PCCh.















