Tribuna de Aurélien Marq para Causeur.
Hace un año, todos pensábamos que el resultado de la primera vuelta de estas elecciones sería exactamente el que es: ¡un cara a cara entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen, con Jean-Luc Mélenchon en el tercer escalón del podio!
Querido Éric Zemmour, no te arrepientas. Por un tiempo, redescubrimos el deseo de esperar, aunque la desilusión sea dolorosa. Pero la situación actual no es peor de lo que anticipamos en ese momento. Es incluso, en realidad, mucho mejor, gracias a ti.
Gracias por haber impuesto al debate político verdades negadas durante demasiado tiempo: la gran sustitución y la gran degradación, la idea de la remigración de inmigrantes ilegales y delincuentes extranjeros, la diferencia entre musulmanes e islam, pero la identidad de hecho, entre el islamismo y el islam, creo que debería haber especificado “el islam sunita de los 4 madhhabs ortodoxos”, pero todas las personas de buena fe lo han entendido.
Gracias por el entusiasmo: somos minoría, pero tenemos el fervor. Somos una minoría, pero somos la voz de todos aquellos que se han visto obligados a callar durante décadas. Somos una minoría, pero hace un año muchos pensábamos que estábamos solos y descubrimos que somos millones.
Gracias por haber condenado sin ambigüedades al pequeño grupo de “Zouaves Paris”.
Gracias por llamar incansablemente a la asimilación: mi hermano de armas es mi hermano, aunque no sea mi hermano de sangre.
Por favor, perdónanos si, en los próximos días, la decepción nos amarga o nos desmotiva. Y gracias por llamarnos al orden y prohibirnos dar rienda suelta a la amargura o “¿para qué?»
Gracias por apoyar a Mila, aun sabiendo que te estaba rechazando. Esto es defender la libertad de expresión.
Gracias por Patrick Jardin.
Gracias por Évelyne, la madre de Julien Vinson.
Gracias por Gérald y Évelyne Cohen. Todavía no han conseguido justicia para su hijo, pero sin vosotros ni siquiera habrían podido pedirla. Gracias por recordar a la juventud de Francia que Jérémie era su hermano. Gracias por este momento de silencio…
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