Por Regis Iglesias Ramírez.
El Coordinador Nacional del Movimiento Cristiano Liberación, Eduardo Cardet, casi no puede salir de su propia vivienda, son pocos quienes se aventuran a tocar en su puerta porque la policía política del régimen mantiene un cerco permanente que así lo impide de manera celosa.
A Yordan Mariño le hacen otro tanto y le amenazan con expropiarle la pequeña tierra que labra cada día para dar sostén a su familia si continua su activismo junto a Cardet, al intentar llevar el mensaje de Liberación a los cubanos.
Yordan, Irán Almaguer, Iván García, River Serrano, Juan Carlos Almaguer, Edilberto Mulet y el propio Cardet se hallan bajo amenazas de encarcelarlos por muchos años. No olvidar que en 2016 el Coordinador Nacional de Liberación fue secuestrado y bajo falsos cargos llevado a prisión por tres años como habían advertido a su esposa en Cuba días antes de su regreso de una visita a Miami para promover la propuesta Un cubano, Un voto, que denunciaba la farsa de elecciones que el régimen pretendía y orquestó incluso con la participación de algunos que con identidad opositora llamaban a participar, aunque ellos mismos, los principales promotores, no se presentaron, pues en su mayoría decidieron oportunamente emigrar a tierras de libertad donde las convocatorias entre los cándidos emigrantes, que tampoco hicieron nada útil en la isla podían cómodamente dar rienda suelta a su patriotismo militante sumándose al fandango.
Así legitimaban unas votaciones que ni eran democráticas, ni había garantías para hacerlas, ni suficiente representación opositora pero sí mucho dinero y apoyo mediático desde Europa, y las Américas, norte y sur.
Finalmente se presentaron tres entusiastas, digo por no hacer juicios de apreciación muy severos, pero los promotores jamás.
Lo que se votaba era nada más y nada menos que puestos para Delegados de Circunscripción, algo así como un Concejal en sistemas democráticos pero mucho mas inútiles y sin ningún poder legislativo, sólo el de recibir todas las quejas vecinales sobre la mala calidad del pan, el estado lamentable de esas calles de los barrios marginales cubanos y la petición de cartones embadurnados en chapapote para utilizarlos como tejado después que algún viento platanero les dejara con las miserables pertenencias domésticas a cielo abierto.
Lo peor para nosotros era cuando tocábamos puertas fuera de Cuba en partidos e instituciones denunciando esto y nos decían ¨lo importante es participar y ganar el espacio…¨ Debíamos recordar que la tiranía aun estaba en el poder, la misma tiranía que segregaba a los cubanos, los encarcelaba, desterraba y asesinaba, y esto precisamente por denunciar esa política criminal y el maquillaje que en los últimos años han intentado imponer como cambio fraude.
Parecían no enterarse. Quienes sí se enteraron fueron los más de 120 diputados del régimen a quienes se les entregó la demanda Un cubano, Un voto. Por eso Eduardo Cardet fue secuestrado por tres años. No podían soportar esos soberbios que les dijéramos que para poder hablar de elecciones verdaderas habría que garantizar que todos los cubanos dentro y fuera de la isla pudieran participar, elegir y ser elegidos y esto para todos los cargos legislativos y ejecutivos del Estado, que los militares no pueden hacer funciones de políticos mientras mandan un campamento.
Ellos sí se percataron de que gritábamos que ¨los reyezuelos y sátrapas iban desnudos¨. Los politiqueros preferían dar visibilidad y todo el apoyo a quienes se prestaban para el juego como siempre han hecho y hacen.
Pasó eso. Y continúa pasando con votaciones por la draconiana Constitución de 1976 y contra la draconiana Constitución de 2019, que despertó el activismo y entusiasmo del circo con apoyo de presidentes de partidos venidos a menos por falta de coherencia y valores en sus propios países. Pasa cada vez que hasta hoy a algún iluminado, nada ilumina más a muchos que el color verde de los dólares que ganan estos vividores porque a sus pagadores les importa sobre todo sostener el status quo con la tiranía, y mantener controlado cualquier intento discordante que no vaya en la línea que han trazado.
Los politiqueros pretenden ganar a la chusma apolítica haciendo de la política un chanchullo carnavalesco. Cuba no importa, sólo sus votos y los intereses de las empresas que desde hace mucho se enriquecen con el trabajo esclavo de los cubanos y sin su competencia, antaño tan eficiente, que para negocios en la isla sólo la casta de gánster en el poder y los ávidos peseteros que sacan ventaja de este apartheid.
Pero no importa, Juan Felipe Medina cerca de sus ochenta años continua solo en su casa de Cienfuegos dando ejemplo de estoicismo ante la tiranía. Igual hace Eliécer Porto y un grupo de valientes activistas en Palma Soriano y Santiago de Cuba.
Lo hacen Rosa Rodríguez y su hija Yadelis Melchor, que en La Habana intentan hacer crecer el Movimiento Cristiano Liberación allí donde otros sólo jugaban a la disidencia cómoda de viajes, afanes de periodismo de seudónimo para ni siquiera comprometerse con la palabra y alardes ocasionales que terminaron en el más anónimo exilio económico sin recibir antes ni una mirada extraña y atravesada de un policía de esquina que lo justificara.
Rosa y Yadelis saben lo que es tener un hijo preso para intentar chantajearlas para que abandonasen su compromiso con la libertad de todo nuestro pueblo, que cualquier madre aceptaría en circunstancias tales.
Ernesto Martini, Jesús Mustafá, Tony Díaz, Secretario General del Movimiento Cristiano Liberación, José Miguel Martínez, Ramón Antúnez, Manuel Robles, Alexis Rodríguez, Osmel Rodríguez, Adolis Chacón, Roberto Ramírez, Minervo Chill, Fredesvinda Hernández, Jaime Madlum, Michel Céspedes pero también Juan Carlos Herrera Acosta, Miguel, Guido y Ariel Sigler, Roberto Miranda, José Hernández, Omar Rodríguez, Reyna Loyda Tamayo, y muchos, muchos otros exiliados y desterrados que durante 60 años en diferentes momentos bajo una misma dictadura han luchado y dedicado sus vidas por la libertad, ¨con la satisfacción del deber cumplido y la probable ingratitud de los hombres¨ se levantan a diario bajo lluvia, sol o nieve, como siempre hicieron los cubanos buenos a ganarse el sustento que les permita ayudar a sus familias mientras en sus pechos arde a cada momento la memoria de su desdichada isla y la solidaridad con sus compañeros que hoy allí, en aquellas calles y caminos que ellos recorrieron sostienen la esperanza de todo un pueblo.
Regis Iglesias Ramírez es poeta y escritor, ex preso político de la Primavera Negra de Cuba. Desterrado en España. Portavoz del Movimiento Cristiano Liberación.