Por Zoé Valdés/Gaceta de la Iberosfera.
Mientras en Los Ángeles se desarrollaba la IX Cumbre de las Américas, manipulada absolutamente, más que boicoteada, por el Foro de Sao Paolo, el Grupo de Pueblo y la Agenda 2030, en Colombia la Revista Semana reveló las oscuras y cochinas maniobras de Gustavo Petro y sus esbirros para destruir a los candidatos rivales en estas elecciones presidenciales colombianas.
Lo que debiera llamarse ya el ‘Petrogate’ es de vergüenza, aunque muy digno del candidato guerrillero colombiano que responde sin arrepentimientos de ningún tipo a un pasado pleno de horrores en su curriculum, y que avanza a consciencia y orgulloso avalado por el régimen castro-comunista de La Habana.
En los vídeos que Semana consiguió filtrar como verdad necesaria, se observa a los compinches de Petro con segura impunidad orquestando todo tipo de planes, a cuál más inescrupuloso, cuya intención era la que fue: ir eliminando candidatos, y desbrozarle el camino al poder al socialcomunista. Nada de esto podía ignorarlo Petro, porque todo fue minuciosamente preparado por él y su equipo…
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