Por Víctor Fernández.
Me tienen fascinado las reflexiones de los sesudos expertos en geopolítica internacional que a raíz de la injustificada e ilegal invasión de Rusia a Ucrania han salido a la palestra. Todos matizan sus análisis con un corchete expiatorio “No soy seguidor de Putin y condeno la guerra pero…” El mundo entero cabe en ese pero. Es exactamente el caso de aquellos que dicen “No soy homófobo, yo hasta tengo amigos mar y khones”, o “No soy racista, yo hasta tengo amigos negros”. Aquel latinazgo que versa “Excusatio non petita…” en todo su esplendor.
Los ucranianos podrían hasta estar desarrollando la madre de las bombas nucleares -no es el caso-, y aún así, Rusia no tendría el derecho a invadir ese país. Los ucranianos pueden estar siguiendo tácticas de generar información falsa fingiendo heridos víctimas de supuestos bombardeos para llamar la atención internacional, aún así Rusia no tiene derecho a invadirlos. Los ucranianos pueden estar o haber estado tratando sus conflictos separatistas -alentados por y desde Moscú- de manera cruel y arbitraria, aún así Rusia no tiene derecho a invadirlos. Los ucranianos pueden estar pidiendo su ingreso a la ONU, instaurar la agenda 2030, y que un congreso de dragqueens los gobierne y prohíba la heterosexualidad, aún así, Rusia no tiene derecho a invadirlos.
Comparar a Zelensky con, y ponerlo a la altura de la carrera y la monstruosidad de Putin, manifiesta y a la vista durante 20 años, es tan sabio como decir que esta guerra se ha montado por la agenda 2030 y el foro de Davos para subir el precio a la gasolina en los USA como ayer leí. No hay calificativos para dimensionar ese ego-USA-centrismo.
Por favor les ruego a los expertólogos si nos pudieran dar una luz sobre el conflicto separatista catalano-español, a ver si destrabamos este dominó que nos está arruinando.
Posdata:
No se ofenda nadie, son solo comentarios sobre las lecturas que voy haciendo. Tal vez sea yo, que carezco de capacidad de análisis complejo sobre un tablero tan diverso. Eso sí, pedestre como soy hay alguien en quienes no dejo de pensar: el pueblo llano ucraniano.
Víctor Fernández es escenógrafo y director de escena, historiador de la ópera, y galerista.
Muy sensata y concreta la reflexión. Al pan, pan y al vino, vino. Pienso lo mismo que el autor.