Por Zoé Valdés/Redacción ZoePost.
Oswaldo Payá y Harold Cepero, dos almas grandes en la tierra marcada por la opresión, se convirtieron en faros de esperanza para un pueblo silenciado. Bajo la sombra opresora del régimen castrista, estos hombres de fe y convicción vivieron y murieron sirviendo a Cuba con el Movimiento Cristiano Liberación, una resistencia silenciosa pero implacable, como un río subterráneo que buscaba romper las rejas de la injusticia.
Payá, con su espíritu indomable y su voz que resonaba con la fuerza de la verdad, soñaba con la libertad y la justicia. Transformó su fe en acción, creando un espacio donde los valores cristianos se entrelazaban con el ansia de cambio social. Harold Cepero, joven compañero de lucha, compartía esa visión luminosa, uniendo su eternidad a la de Payá en una marcha de esperanza y resistencia.
El Movimiento Cristiano Liberación no es solo un acto de valentía; era y es un canto de amor por Cuba, una promesa de que el espíritu humano, aunque aprisionado, nunca muere. A través de sus esfuerzos, estos mártires cotidianos mostraron que la fe puede ser un arma poderosa contra la dictadura, uniendo corazones en la búsqueda de un amanecer libre y soberano.
Su legado, tejido con sacrificio y coraje, sigue vivo en cada voz que clama por democracia y justicia en la isla. Oswaldo Payá y Harold Cepero no solo lucharon por un país mejor, sino que encarnaron la perseverancia de quienes creen en la luz, incluso en la noche más oscura.
En un pasado aniversario, vídeo:
Viven?, donde???.
En donde mismo vive tu hijo muerto, pero sin el honor que ellos sí se ganaron.
Vuelvo a preguntar: Donde vive?, en la casa millonaria de su hija, comprada con la ayuda de la «lucha por la libertad de la patria???
Te vuelvo a responder, donde vive tu hijo muerto, pero si quieres saber de los millones de la hija, pregúntaselo a ella.
Mi hijo muerto de risa viendote hacer el ridiculo!!!!.
Sí, MB, allí mismo, donde tú acosador, haces el ridículo, malagradecido.
Los miserables como el tal Sila: se reproducen como ratas.
Lávate primero la boca de puerco antes de hablar de Oswaldo y Harold: hijo de la resinga de Lina Ruz.
quien pregunta? sila? el cornelio del cual no se recuerda madre? VIVEN, SI pero los delincuentes que les asesinaron y la escoria de corifeos que les secundan no serán recordados ni por sus estirpes mas cercanas de la vergüenza por tanta existencia miserable puesta al servicio de la banda de lumpen que ha empobrecido y robado los derechos a los cubanos .
Hay que ser muy cobarde o castrista o las dos para preguntar dónde viven Oswaldo y Harold.