Por OKDiario.
Una memorable actuación de Vinicius, que selló un imponente hat-trick, lideró a un Real Madrid que conquistó la Supercopa con autoridad y solvencia tras arrollar al Barcelona por 4-1. Los blancos, que ya ganaban 2-0 a los diez minutos, interpretaron mejor el Clásico y Ancelotti dio un repaso táctico a Xavi Hernández. Rodrygo hizo el cuarto en una segunda mitad que no tuvo historia, sobre todo tras la merecida expulsión de Araujo en el minuto 70.
Ancelotti ponía a Lunin. Sigue con esa alternancia en la portería propia de la restauración canovista y este partido le tocaba al ucraniano. Como ni él ni Kepa le enamoran, pues va deshojando los partidos hasta que un día se decida por uno. O no. No había grandes novedades en el resto del once del Real Madrid, más allá de la presencia de Kroos, satanás para los saudíes, que relegaba a Modric al que será su posición habitual el resto de la temporada: el banquillo. Los demás eran los mismos que ganaron el derbi porque Carletto es la antítesis Ana Obregón: no le gustan los retoques…