Por Betsy McCaughey/New York Post.
China está jugando duro, y no se trata sólo de aranceles y la economía global: nuestras vidas podrían estar en juego.
Poco después de que el presidente Donald Trump anunciara su primera ronda de aranceles sobre los productos chinos este mes, China contraatacó suspendiendo totalmente sus exportaciones de minerales de tierras raras e imanes, un monopolio estratégico clave.
Esos materiales son esenciales para fabricar automóviles y vehículos eléctricos, así como aviones de combate, drones y robots estadounidenses: básicamente, la próxima generación de armamento bélico.
La acción de China supone un freno para estas industrias y amenaza nuestra defensa nacional.
Su siguiente paso lógico es cortar nuestros suministros médicos.
China tiene un control férreo sobre el mercado estadounidense de medicamentos genéricos, así como sobre el equipamiento médico básico del que dependen todos los hospitales y consultorios médicos.
Y Beijing ya ha amenazado con utilizar este control como arma para sumir nuestros hospitales en el caos, ponernos en nuestros lechos de muerte y vernos sufrir.
Hace cinco años, poco después del estallido de la pandemia de COVID, la agencia de medios estatal Xinhua advirtió que China podría tomar represalias contra las restricciones de viaje de Trump a Estados Unidos prohibiendo la exportación de todos los productos médicos.
“Estados Unidos caerá en el infierno de una nueva epidemia de neumonía por coronavirus”, proclamó el medio.
Cuando tu enemigo te lanza una amenaza como esa, créelo.
A diferencia de la actual danza de ojo por ojo entre Estados Unidos y sus socios comerciales amigos sobre los niveles arancelarios, la suspensión de las exportaciones de minerales por parte de China es un acto de cruda guerra económica .
China está bloqueando la capacidad de Estados Unidos de obtener bienes esenciales a cualquier precio.
Hoy en día se trata de minerales de tierras raras.
Mañana podrían ser medicamentos y suministros médicos.
China es el único fabricante de 100 de nuestros medicamentos más utilizados, incluidos muchos que mantienen con vida a pacientes estadounidenses, como antibióticos y anticoagulantes.
También es nuestro mayor proveedor de guantes de nitrato, mascarillas, jeringas y otros equipos médicos esenciales para realizar cirugías y otros procedimientos…
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