Por Zoé Valdés/Martí Noticias.
Un alegato de autodefensa bien fundado y vehemente contra aquellos intelectuales rusos de la época del gran Alexander Soljénitsyne, críticos de su obra y de su persona lo mismo desde Rusia que desde el exilio haciéndose eco de lo peor del régimen soviético. El autor responde con decencia y valentía.