Por Emilio Bernal Labrada.
De la Academia Norteamericana de la Lengua Española.
SEGUIMOS “predicando en el desierto”, como nos dice un caro amigo. O como nos dicen otros (hago paráfrasis), que los préstamos nos enriquecen, o bien que así abreviamos el léxico [con voces ajenas]. Todo ello es muy cierto. Pero consideramos suficiente el hecho de dar buen ejemplo y la posibilidad de que algunos concuerden y se valgan de alternativas hispanófilas, aparte de guardarle el debido respeto al idioma.
Link. Aunque mentira parezca, esta voz tiene su equivalente en nuestro idioma. Miento: tiene dos, a saber: “nexo”, “vínculo”. El empleo de la voz anglo, entonces, carece de sentido, salvo que el usuario quiera dárselas de “interesante”.
Agujero negro. Se trata de un anglicismo “de copia”, o sea copiado literalmente de black hole, cuando el concepto es totalmente ajeno al español. La anglofrase la acuñó uno a quien se le ocurrió bautizarlo, haciendo alarde de la lengua coloquial, con semejante término anticientífico y antilógico. En primer lugar, “agujero” es una perforación —y por lo tanto un vacío total— en contraste con hoyo, hoya, pozo, que teniendo su fondo, conllevan profundidad. La traducción yerra doblemente: es literal y encima da un equivalente erróneo de hole. De ahí que nuestra versión tenga que ser “hoya infinita”, “pozo infinito”. En su contexto, el término será perfectamente comprensible salvo, acaso, para los unilingües anglohablantes.
Altos precios/intereses. Es versión literal de la anglofrase, para la cual tenemos en español una voz muy útil: “carestía”, que muchos olvidan. ¿Será acaso por su inexistencia en inglés?
Errores noticieros. Debido a fuertes lluvias y la consecuente crecida del río Potomac, se produjeron inundaciones, dando lugar a que los locutores hablaran de que “old town Alexandria” estaba anegada. Amigos locutores: estos sectores urbanos tienen su equivalente en español: se llaman “casco viejo”.
Manía de “miembros”. Es anglicismo imitativo. Como el inglés actual padece de esta dolencia, muchos hispanos se contagian. Veamos:
- Miembro(s) de la audiencia. Dígase “espectador(es)”.
- Miembro(s) del público en general. Dígase simplemente público”/”audiencia” si es en sentido colectivo, o bien “individuo” si es una sola persona.
- Miembro(s) de una comisión. Empléese “comisionado” si se trata del encargado de la entidad; si no, se le llama “vocal”.
- Miembro(s) del congreso. Dígase “senador(es)” o “representante(s)” según el caso, o bien “congresista(s)” si la pertenencia es indeterminada o se abarcan ambas entidades.
- Miembro(s) de un club o una sociedad. La palabra adecuada es “socio(s)”.
- Miembro(s) de un partido político. Lo correcto es “afiliado(s)”.
- Miembro(s) de la familia. Empléese “familiar(es)”, “pariente(s)”.
- Miembro(s) de la comunidad. Dígase “vecino(s)”, “residente(s)”, “comunitario(s)”.
- Miembro(s) de la profesión. Basta con “profesional(es)”, “colega(s)”.
- Miembro(s) de un tribunal. Corresponde a “juez” (“jueces”), magistrado(s), “jurado(s)”.
- Miembro(s) de las fuerzas armadas. Dígase “militar(es)”, “soldado(s)”, “marinero(s)”, “aviador(es)”.
- Miembro(s) de una facultad universitaria. Dígase “profesor(es)”, “catedrático(s)”, “docente(s).
- Miembro(s) de la prensa. Dígase “periodista(s)”, “cronista(s)”, “reportero(s)”.
(Excuso dar más ejemplos porque seguiríamos ad infinitum )
LA PUBLICIDAD, PERSISTENTE PECADORA. Elogiando sus dulces una gran empresa manifiesta que “están hechos para compartir con familiares y amigos”. ¿No será que “son ideales o idóneos para compartir . . .”? Si están hechos para algo, ¿quién duda que sea para saborearlos y compartirlos?
Un aviso califica de “árbol cantante” (¿?) a un grupo coral encaramado chistosamente en una estructura arbórea durante un desfile. ¿Qué tal si suplantamos tal disparate con “una coral arbórea”? Nos comunica una empresa de muebles que comprar sus enseres es “fácil y divertido” (easy and fun). Creemos difícil que una compra, aun si fuera irrisoria ganga, equivalga a diversión; más bien podría calificarse de “agradable”, “placentera”, “satisfactoria”. Uno se divierte más cuando no gasta, ¿no?
Espero que el público lector me disculpe si no lo declaro “MIEMBRO” de nada, pero sí me apoye al “ASOCIARLO” a este empeño en pro del bien decir y de poner muy en alto la lengua de Cervantes.
Emilio Bernal Labrada, de la Academia Norteamericana, es autor de: El buen uso impide el abuso / Good Usage Prevents Abusage, Asesinatos impunes y crímenes de Costra en la vida pública de EE.UU., La prensa liebre o los crímenes del idioma, y otras obras. Pedidos a emiliolabrada@msn.com. “La fuerza sin razón es la sinrazón.”
Cuando ciertas palabras “nacen” en el idioma ingles- por ejemplo- y se “corren” hacia el espanol, eso en Linguistica se llama “prestamo” no le veo nada de malo porque surgió en un especifico idioma y salta al otro y el hablante aun (y muchas veces) lo toma prestado inconscientemente y hace el output asi mecanicamente.
Cuando vemos casos de dictaduras en el lenguaje que no lo danan por esos anglicismos, celebramos el por que el idioma Ingles no tiene Academia de la Lengua y es precisamente para dejar que el hablante sea participe de la construcción del idioma que al final le pertenece, sin dictaduras de por medio.