Por Emilio Bernal Labrada
de la Academia Norteamericana de la Lengua Española .
ESTIMADOS HISPANOHABLANTES: El día 1° (preferible al “uno”) de mayo conmemora un trágico acontecimiento ocurrido en Estados Unidos y aprovechado por cierto movimiento internacional para adelantar su tenebroso objetivo de poderío mundial. Por eso acá escogieron, en su lugar, designar al efecto el primer lunes de septiembre. Pero esa es otra historia.
Además, y superimportante: No es “el día del trabajo” (copia de labor day), sino el día SIN trabajo. En realidad, es “EL DÍA DE LOS TRABAJADORES”, consistente en jornada de asueto con paga completa. Así que cuando oigan las noticias y lean publicaciones en que se califica de “día del trabajo”, recuerden que es lo contrario.
De hecho. En este caso impera la versión literal de in fact, cuando nada tiene que ver con el concepto de “hecho”. Si nos fijamos, la idea es dar información adicional: o sea, “es más”, “adicionalmente”, “suplementariamente”, “complementariamente” y, a veces, “al contrario”. Por ejemplo: “el precio no bajó sino, al contrario, SUBIÓ. ¿No Está claro, clarísimo, que “de hecho” no corresponde?. Sin embargo, es un hecho que los traductores se dejan llevar por la letra y no por el sentido. Total, la frase es un cacológico “deshecho” que, además, “desecha” el correcto significado.
Heridas. “Hubo varios heridos”, nos informan los locutores noticieros. A veces lo empeoran con “hubieron”, que es incorrecto porque el verbo “haber” es impersonal. Como la voz “herida” implica cortadas y sangre, la voz aconsejable es “lesionados”, ya que ello abarca contusiones y otros tipos de daños físicos. Sin olvidar que la frase hodierna es que un accidente “dejó” (versión literal de left) muertos, cuando lo directo y natural es afirmar que los “produjo” u “ocasionó”, o más directamente que “mató”.
Tarifas. El bautismo (no “baptismo”, como figura en el diccionario) de fuego de los aranceles ya vino y se fue, pausado por su creador. Esperemos que no sean restablecidos, ya que dudamos que sean favorables a la economía, tanto personal como nacional. Arancel es un impuesto a la importación pagadero por el consumidor, en tanto que “tarifa” equivale a una simple lista de precios.
LA PUBLICIDAD, PERSISTENTE PECADORA. Los concesionarios de vehículos no cesan de cometer errores de la más diversa índole. Uno de ellos nos informa que “vendemos mucho a la gente trabajadora” (“working class people”). No sabemos por qué únicamente a “gente” de esta categoría. ¿No sería mejor: “nuestros automóviles son popularísimos entre trabajadores”, o mejor, “entre consumidores de todas las clases y condiciones”?
Un fabricante de analgésicos se ha devanado los sesos a fin de crear el siguiente lema: “Fuerza para durar 12 horas”. Si bien las palabras son españolas, hay algo que no cuadra, que carece de la soltura del lenguaje común y cotidiano. ¿Qué tal esta versión: “El alivio que dura 12 horas”?
Señoras y señores: El “día del trabajo” no es tal cosa, sino una jornada de asueto, y el bautismo (con uve, no pe) es un hecho importante para iniciar la terrenal vida con pie firme y respeto en pro de nuestra milenaria lengua española.
Emilio Bernal Labrada, de la Academia Norteamericana, es autor de: El buen uso impide el abuso / Good Usage Prevents, Asesinatos impunes y crímenes de Costra en la vida pública de EE.UU., La prensa liebre o los crímenes del idioma, etc. Pedidos a emiliolabrada@msn.com. “La fuerza sin razón es la sinrazón.”