“No tendréis nada y seréis felices”

Por Víctor Fernández.

“No tendréis nada y seréis felices”

Foro de Davos

Un buen amigo me acaba de regalar toda su discoteca clásica, 8 cajas de óperas, conciertos, y recitales. Dice que ya no los usa porque ahora todo está en Spotify.  Reconoce que la sensualidad de tener el disco físico, leer el ensayo que suele venir dentro de la caja, ver las fotos de los artistas y las sesiones de grabación se pierde, pero “hay que modernizarse”.

El dinero físico también está bajo asedio y se espera que llegue a desaparecer del todo, según plantea la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde (sí, la misma señora que opinó que “Los ancianos viven demasiado y es un riesgo para la economía mundial. Tenemos que hacer algo y ya”).

Hay en Europa, pero sobre todo y por lo que me concierne en España, una lucha frontal contra los automóviles y motos privados. Quieren que seas masa, ganado manejable en transporte público. Se escuchan rumores de que los vuelos de menos de dos horas y media serán prohibidos en Europa, con lo cual desconectarán países enteros. No se podrá volar entre ciudades dentro de España si tal cosa llegara a ser implantada.

Hay una lucha abierta contra el consumo de carne, leche, productos derivados de animales, y contra las granjas tradicionales (esto se lo debemos particularmente a los “naziecologistas” y veganos que han conseguido colar sus antinaturales dietas de anoréxicos en las agendas del poder, con el pretexto más que falso de la nueva religión fundamentalista de la progresía mundial: el ecologismo). Ahora que llega el invierno, hay una lucha abierta por parte de los gobiernos contra el consumo de energía eléctrica y gas, con el mismo pretexto que usan para que no comamos carne.

Los hijos, según la agenda que está pasando e imponiendo la nueva izquierda mundial, ya no son de los padres, sino de los colegios, donde se les enseña desde la más tierna infancia la Ideología de Género, incluso en contra del consentimiento familiar (¡Pioneros por el comunismo! ¡Seremos como el Che! – ¿Cubanos: les suena familiar?). Las guerrillas de ultraizquierda conocidas como lgtb, que en realidad tienen entre cero y escaso interés por la defensa de los derechos de las personas que supuestamente representan sus siglas, han colonizado la educación y la cultura y abogan por: la desaparición de la familia tradicional, y la destrucción del hombre heterosexual blanco de cultura cristiana. ¡Oh ironías del destino! En el pasado cuando se estaban dando pasos de adelanto en la consecución de derechos para esos colectivos, los grupos más reaccionarios religiosos se oponían porque, en su opinión, “Significaba la destrucción de la familia tradicional”, excusa que entonces me parecía absurda, errada, y contraria a los Derechos Humanos. Resulta que los acontecimientos actuales les están dando la razón, muy lentamente, pero las cosas van en esa dirección. El embrión humano es completamente desechable para el poder y la izquierda y no se le reconocen derechos dado que el aborto es concebido por sus defensores como un Derecho Humano, que el embrión no tiene, pues para ellos -por sus posicionamientos y propaganda públicos-: “Un ser humano no lo es hasta que no ha nacido y algo o alguien -que nunca han llegado a definir-, le declara individuo con derechos”. Eso sí, manejan conceptos tan contrarios a la ciencia como que “el sexo se asigna al nacer”, es decir, no naces con un sexo biológicamente determinado, sino que se te asigna. La evidencia física innegable de la genitalia del recién nacido -para ellos- es un “constructo social”. Los animales tienen -literalmente- más derechos y protección legal en España, que las personas, según las nuevas leyes promovidas por el ala más reaccionaria del gobierno socialcomunista que nos gobierna, o sea, el grupo político marxista-leninista llamado Podemos que en el pasado fuera subvencionado por dictaduras tan variopintas como la iraní y la venezolana, y que, tengo la certeza por cómo actúan y lo que hacen, además de por la presencia entre sus filas de varias personas que tienen estrechos vínculos con la dictadura castrista y/o han estudiado en Cuba, que son entrenados, o como poco “orientados” en secreto por la contrainteligencia cubana. Se reconocen más derecho a las ayudas y asistencias sociales a los inmigrantes que a los autóctonos. Se ataca y reprime todo lo que tiene que ver con la religión cristiana, y se ensalza el islam, y cualquier religión no europea. Tan es así que he aprendido -sin que me concierna de ninguna manera- que el Ramadán se felicita con la frase “Ramadan Kareem”, porque Pedro Sánchez, presidente de España, y Ada Colau, la activista sin carrera ni currículum laboral que le aporte algún mérito para gobernar la segunda ciudad española, actual alcaldesa de Barcelona, ignoran e insultan los sentimientos religiosos de por lo menos la mitad católica de los habitantes de este país, cada año guardando un escandaloso silencio durante las festividades católicas, mientras felicitan a bombo y platillo a la comunidad musulmana.

¿Siguen pensando que somos libres, o ya nos declaramos conscientes de que somos esclavos de la dictadura global? Vacunación obligatoria, carnet de salud obligatorio para viajar entre países, confinamientos anticonstitucionales por pandemias de origen desconocido que a nadie, autoridades ni científicos, les ha interesado estudiar de dónde salieron, restricciones…

Lo más lamentable de todo lo anterior, es que mientras la población civil común ve restringidas sus libertades y atacados sus derechos cada vez más, las élites gobernantes son y serán la nueva versión de la nobleza previa a la Revolución Francesa. Ellos seguirán comiendo carne, desplazándose en automóviles pagados por los contribuyentes o empresas privadas que promueven el socialismo corporativista, y viajando en jets privados o estatales a sus aquelarres de hipocresía medioambientalista como acaba de suceder con el celebrado en Egipto recientemente, la Cumbre del Clima 2022.

Víctor Fernández es escenógrafo y director de escena, historiador de la ópera, y galerista.