Por Nicolas Daguin, Rozenn Morgat y Esther Paolini/Le Figaro.
HISTORIA – Nueve meses después, el descubrimiento en Haut-Vernet de los huesos del niño tiene el efecto de un trueno. Pero está lejos de ser el epílogo de este caso, todavía rodeado de zonas de sombra.
Después de nueve meses de “esperanza” y “abatimiento”, la noticia cayó como un golpe de maza. Los huesos pertenecientes al pequeño Émile, de dos años y medio, desaparecido el pasado 8 de julio en los Alpes-de-Haute-Provence, fueron descubiertos el sábado, a aproximadamente un kilómetro en línea recta de pájaro de la aldea de Haut-Vernet, donde el niño fue visto por última vez. El pueblo colgado en el macizo de los Tres Obispados fue nuevamente rodeado el domingo por los gendarmes, que esperan dar rápidamente respuestas a la familia afligida…
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Foto Gendarmería Nacional.