Por Joan Poquí/Redactor | Barça
Mundo Deportivo.
Un golazo del francés decidió en la prórroga una final que De Burgos Bengoetxea y el VAR evitaron que se decidiese antes en favor del Barcelona.
¡Memorable! Koundé ya está en la historia del Barça con letras de oro. El francés empujó al Barça a la gloria. Enorme triunfo para el equipo de Flick, que pase lo que pase hasta final de temporada podrá decir que comienza su singladura en el Barça, esperemos que larga, habiendo ganado dos finales al Real Madrid. El conjunto azulgrana se deshizo de un Madrid inferior que había reaccionado, de la mano de la entrada de Mbpappé, tras un primer tiempo de clara superioridad azulgrana. Dio la vuelta, con goles de Mbappé y Tchouameni, al golazo inicial de Pedri, pero en el tramo final apareció Ferran, en su cita copera con el gol, para forzar la prórroga. De Burgos Bengoetxea impidió que el triunfo llegase antes de la prórroga, lo que sirvió para que un obús de Koundé hiciese historia.
Organizado pulcramente desde atrás, con una línea defensiva que no hacía concesiones y en la que Flick acabó contando con Gerard Martín de salida, el Barça dominó el tramo inicial de partido, una vez más con un Pedri magistral. Agotado, tuvo que ser sustituido por Eric en la prórroga. La alineación del técnico alemán fue la esperada, pero, forzado por las tarjetas y el cansancio, acabó con un ‘puzzle’ en defensa en el que Iñigo acabó de lateral izquierdo tras la entrada de Araujo por Gerard. El Madrid supo reaccionar a ese arranque tan azulgrana y esa fue una de las circunstancias que dibujaron la final.
Una clave importante pudo haber estado en la rápida lesión de Mendy, que hizo que entrase en liza, contra Lamine Yamal, Fran García, que salió hecho un flan. Casi tanto como el coaccionado De Burgos Bengoetxea, quien, víctima de chantaje, exhibió una grosera tolerancia con el Madrid en jugadas merecedoras de tarjeta y que quedaron impunes. Aparte de comerse penaltis…