Por Gloria Chávez Vásquez.
En mi trabajo la mujer es protagonista. Sentida desde su mirada y su piel que son las mías.
Mi obra rinde homenaje a la mujer que ha habitado este planeta, desde sus orígenes.
Marta Lucia Soto (artista colombiana)
He llegado a la obra artística de Martha Lucía Soto, la pintora caleña, a través de Margaretha, colgada en su página de Facebook por Mario German Echeverri, su amigo y excompañero de trabajo. Luego me entero por su autora, que es la semblanza de una espía. A través de los ojos de esa mujer, Martalú, como le dicen sus amigos, cuenta el rollo de la espía. Porque Margaretha era el nombre de pila de Mata Hari.
La pregunta inicial sería: ¿cómo es que una ejecutiva, doctorada en mercadeo, llegó al arte, al rostro y a la expresión del alma en sus pinturas y esculturas? La respuesta es bien sencilla: dentro de Martha Lucía siempre hubo una artista apasionada queriendo expresarse. La financista en ella habitó su tiempo, el necesario para facilitarle y patrocinarle a la artista, su educacion y disciplina en las artes.
Martha Lucía Soto López nació en Popayán (1960) en una familia de cinco hijos en la que sobreviven ella y Jaime, su hermano mayor. Cursó el bachillerato en el colegio de las Madres Betlemitas en Palmira y su educación y especialización en administración de empresas, finanzas y alta gerencia, en universidades de Cali y Bogotá (U. Valle, U. Icesi, Javeriana, La Sabana), doctorándose en mercadeo de la Universidad de Los Andes.
Como profesional laboró por más de 30 años en cargos directivos de empresas nacionales y multinacionales. Tiene un hijo, Luis Guillermo, en Estados Unidos y dos nietas, Sofia, (que a los 6 años ya es una artista en ciernes) y Kaia de 2 añitos.
Aprender y crecer
Su primer contacto con las artes fue a través de la poesía. En su adolescencia compuso versos, pero la contemplación ardiente de Kore, la musa de la pintura, la sedujo, porque la inspiración en las artes plásticas, entra por los ojos y se engrana en la mente y el corazón.
Durante sus años laborales, estudió dibujo y pintura con el maestro Juan Fernando Polo; retrato con Andrés Alarcón y Gabriel Meneses; escultura con Emilio Hernández y Esteban Martínez; realizó además un curso de retrato en la Academia de Arte en Florencia. Durante 6 años impartió clases en su taller “Otra Manera de ver “dedicando los más recientes a su obra, disfrutando y viviendo a tiempo completo su gran pasión por el arte.
Variables y caminos
La disciplina de cuatro décadas entre las finanzas y los cargos ejecutivos le ha aportado mucho a la hora de crear, que en su caso es todos los días. Después de su retiro laboral pasó de los años de pintar de noche a enseñar pintura y a pintar todo el día. Ahora vive en Cali donde tiene su taller con vista a las montañas donde se levanta el Cristo Rey.
La iniciación artística de MLS tuvo lugar cuando, hace ya algunos años, Raquel Lozano López una familiar suya que admiraba sus pinturas, decana de la facultad de arquitectura en la Universidad de Guadalajara en México, vendió sus primeras obras en una exhibición de arte en la ciudad mexicana.
En 2022 su obra “Anastasia al amanecer” ganó el Premio al mejor retrato en la Bienal de Arte Contemporáneo de Cali en el 2022.
En Expo latina 2023 participó con 10 obras entre ellas: Hanna, la hermosa flor (acrílico sobre lienzo 50X60) y Corazón de Fuego (óleo sobre lienzo 70X60).
Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Martha Lucía Soto participa en El primer salón de mujeres artistas Artemisias 2023 en el Club A.B. C. de Barranquilla, en compañía de Daniela del Pozo, Sara Infante y Lorena Lozada.
La Galeria Finestral de Cali exhibe “La mirada de Camille” (óleo sobre lienzo 80X70) una remenbranza de Camille Claudel. De paso nos recuerda la vida y pasión de la escultora francesa, amante de Auguste Rodin, quien encarna la invisibilidad del arte de las mujeres y cuyo espíritu acusa la ceguera de un público que se ha negado a reconocerlo.
Ahora trabaja en la colección de seis obras para participar en la 5ª Biennale D’arte Contemporanea Di Salerno, Italia a exhibirse del 21 de octubre al 5 de noviembre de este año. Trabaja, además, una obra para la portada de un libro de la maestra en Tantra María Lucía Tarazona, proyecto que la entusiasma por su contenido.
Mujeres que me habitan
A través de sus pinceles y mientras pinta, M.L. Soto experimenta la dimensión espiritual de los personajes de sus obras. Para la artista colombiana, sus pinturas son seres vivos que le trasmiten historias y experiencias que la llevan a encontrarse a sí misma: La que es, la que fue y la que será.
Desde siempre ha estado fascinada por la evolución del rostro humano. Es el que cuenta la historia del ser que lo habita. En Florencia asistió a una exposición de rostros de diversos pintores y quedó muy impresionada por la energía emocional que transmitían. Fue un momento importante que marcó un giro en su obra. “El de la cara es un camino evolutivo” aclara la pintora.
En cuanto a las posibilidades del cuerpo humano, el cual esculpe Soto con arcilla y luego cubre con una pátina bronceada, a Martha Lucia le recuerda especialmente el de la modelo de taller que utilizaba uno de sus maestros en el barrio San Antonio, en Cali. A esa mujer, de nombre Zoraida, le irradiaba la piel morena, con una luz brillante, esplendorosa.
“Estoy consciente de que el arte es una voz de la historia”, nos dice Martha Lucía. “La plasticidad de la pintura, la magia del color, la conexión con la figura humana, las expresiones del rostro, la impronta mirada de los ojos”, eso y más es lo que la motiva a pintar. Su impulso es tratar de capturar la esencia espiritual de ese ser y su relación con el alma de la mujer que es ella.
Emoción sublime
Mis obras empiezan con la historia que me cuenta el rostro en el boceto. Comienzo con los ojos, los leo, hago énfasis en ellos. El momento cómplice con la mirada, es una emoción sublime que me llena tanto.
En su más reciente etapa, el proceso ha sido pintar a la mujer, esa mujer que significa un cambio y que le ha abierto caminos. Y es que, en el rostro femenino, opina ella, se reflejan emociones incalculables.
La obra de Martha Lucía Soto es, en sus propias palabras: “un homenaje a todas las mujeres que me habitan, a la mujer de todos los tiempos; es un reconocerla como forjadora de vida, tejedora de sueños, constructora de realidades y valores, líder, inspiradora de las artes, sanadora de heridas y dadora de amor. Mi trabajo en el arte busca captar la belleza y la armonía que subyacen en su fuerza interior, forjada en las luchas propias, en las experiencias de opresión, en la diversidad de expresión, en su esencia”.
“Rostros es un viaje que no ha terminado” dice Martha, pues entre sus bocetos futuros ya se vislumbran la bruja, la prostituta, la mujer vieja pero hermosa con su expresión de sabiduría” y añade que, después de todo, todas lo hemos sido en alguna vida pasada.
Gloria Chávez Vásquez escritora, periodista y educadora reside en Estados Unidos.