Por Blue News/Redacción ZoePost.
El Gobierno francés y muchos líderes políticos se sintieron conmovidos este miércoles por el “linchamiento” a muerte de un septuagenario, fallecido la víspera como consecuencia de su violento ataque por parte de unos jóvenes a los que había pedido que hicieran menos ruido.
Philippe Mathot, un jubilado de 72 años, fue golpeado la noche del 5 al 6 de julio durante un altercado frente a su casa en Vieux-Condé, un pequeño pueblo en el norte de Francia. Sucumbió a sus heridas menos de una semana después.
Tres jóvenes de 14, 17 y 18 años y sin antecedentes penales fueron detenidos al día siguiente del hecho.
El joven de 17 años, el principal sospechoso, supuestamente le dio “múltiples puñetazos y patadas”, en particular cuando “estaba en el suelo tras caer bajo el impacto de un primer golpe en la cara”, dijo la fiscal de Valenciennes, Christelle Dumont durante una conferencia de prensa el miércoles.
Acusado de “homicidio voluntario”, fue puesto en prisión preventiva. Los sospechosos de 18 y 14 años fueron imputados por “no impedimento para delinquir” y “no asistencia a persona en peligro”, hechos sancionados con cinco años de prisión.
De la izquierda a la derecha, la muerte ha provocado indignación en un país que aún se tambalea por las escenas de saqueos y disturbios que siguieron a la muerte de un joven de 17 años, asesinado por la policía el 27 de junio cerca de París.
“Violencia desinhibida”
Esta muerte da fe de “esta ultraviolencia, esta violencia desinhibida contra la que debemos luchar con determinación”, declaró el portavoz del gobierno, Olivier Véran.
A finales de mayo, tras una serie de hechos diversos en Francia, el presidente Emmanuel Macron había causado polémica al hablar de un proceso de “descivilización”.
“Esta tragedia no quedará impune”, prometió por su parte el ministro del Interior Gérald Darmanin, evocando “un ataque de cobardía sin nombre”.
La líder ultraderechista Marine Le Pen denunció una “pérdida total de respeto por la vida humana” reflejando, según ella, el “salvaje” de una parte de la sociedad.
A la izquierda, el jefe del Partido Comunista lo denunció como “un acto de barbarie”, mientras que su homólogo del Partido Socialista Olivier Faure deploró un “linchamiento abominable”.
Los tres jóvenes arrestados viven en un pueblo cerca de Vieux-Condé, cada uno con sus padres, dijo el fiscal. Ellos “parecen haber expresado su arrepentimiento”.
Según sus declaraciones, la víctima los llamó desde su ventana y “les ordenó que salieran del local, acusándolos de la contaminación acústica”, antes de salir de su casa, informó el fiscal.
Se produjo un “altercado” alrededor de las 23:00 horas, nuevamente según los encuestados, quienes fueron rápidamente identificados gracias a los testigos.
Por otro lado, “no hay testigo directo” del ataque, ha subrayado el fiscal, que ha indicado que la víctima había sido encontrada tendida frente a su domicilio por un motorista que llamó a los servicios de emergencia sobre las 00:20 horas…
