Por Carlos Esteban/La Gaceta de la Iberosfera.
Cuando todos los ojos de la atención geopolítica estaban fijos en Ucrania, Gaza y la guerra comercial, se reabre el viejo conflicto entre India y Pakistán, dos potencias nucleares, con consecuencias potencialmente devastadoras.
Las hostilidades entre India y Pakistán se han intensificado tras un mortífero ataque militante en la disputada región de Cachemira, que causó la muerte de veintiséis personas. Nueva Delhi ha culpado a su vecino del ataque, pero Islamabad ha negado cualquier implicación. El incidente ha desencadenado una serie de enfrentamientos militares menores a lo largo de la frontera con India, y el gobierno indio ha ordenado a todos los visitantes pakistaníes que abandonen el país antes del 29 de abril. También ha amenazado con bloquear o desviar el suministro de agua del sistema del río Indo, que sustenta el 80% de la agricultura de Pakistán.
El primer ministro indio, Narendra Modi, ha emitido una nueva declaración en la que promete que los terroristas a los que se hace referencia ampliamente como atacantes de Pahalgam «recibirán la respuesta más dura» y que India buscará justicia «hasta los confines de la tierra».
El ejército indio anunció el fin de semana que se han producido disparos «no provocados» iniciados por Pakistán a lo largo de la Línea de Control (LC), que divide Cachemira en dos. Tras la acusación, Pakistán no la confirmó ni la negó. Según el New York, «soldados paquistaníes dispararon primero contra una posición india y la India respondió de la misma manera», según informes de prensa locales, que dijeron que «el intercambio fue breve y que no hubo víctimas». No se han revelado las ubicaciones precisas de estos incidentes con fuego real.
Tras días de crisis, se han cerrado las fronteras terrestres, se han cancelado mutuamente visas y programas de intercambio militar, y se ha suspendido un tratado histórico sobre el agua.
La diferencia de fuerzas a favor de la India podría obligar a Pakistán a usar armas nucleares de inmediato para igualar la lucha en una guerra que Pakistán sabe que perderá…
Pulse aquí para continuar leyendo en la fuente.
