Mundo

LGI. Ideas. La estafa rumana

Por David Román/La Gaceta de la Iberosfera.

Una de las curiosidades del Brexit del Reino Unido se escapó a casi todos los expertos continentales que han dedicado sus análisis al respecto al batir de pecho y lamentaciones sobre populismo: y es que la Unión Europea ponía al parlamento británico entre la espada y la pared.

En la tradición española, y en general la de muchos otros países, los tribunales superiores tienen poderes extraordinarios para interpretar la ley, incluso por encima de la voluntad expresada por el pueblo votante (en teoría) a través de sus representantes, los parlamentarios. No así en la tradición británica.

Uno de los pilares de la constitución no escrita de aquel país es que el pueblo es soberano, y por ello el parlamento es soberano, y por ello las decisiones parlamentarias no está sujetas a veto, revisión o interpretación por los tribunales. Porque la constitución emana de los votos parlamentarios. Ningún grupo de jueces, como el Tribunal de Estrasburgo, puede reunirse y decidir que el parlamento, que el pueblo, se equivoca.

Todo esto es en teoría, por supuesto. En el Reino Unido también cuecen habas, como en todos lados, y hay jueces con idea cesaristas. Pero hay menos que en España, y lo tienen más difícil para hacer cosas como anular todas las penas de los EREs. Sobre todo, lo tienen más difícil que en miembros bien consolidados de la UE como Rumanía.

En las últimas semanas, gracias a los jueces rumanos, hemos visto como la propia idea de “democracia liberal” occidental ha quedado expuesta como una farsa, lo que es un logro de importante alcance. Esto lo ha hecho en particular el Tribunal Constitucional de Rumanía, al dictaminar que la primera vuelta de sus elecciones presidenciales no era válida tras la victoria sorpresa del candidato independiente Calin Georgescu (en la foto), quien lidera un movimiento que viene a ser (con sus diferencias, no insustanciales) el Vox local y obtuvo un 22% de votos y tenía serias posibilidades de ganar.

La irrisoria justificación para cancelar las elecciones es que Rusia, en opinión de los jueces, lanzó un “ataque híbrido” contra las elecciones al supuestamente comprar algunos anuncios de TikTok o algo por el estilo. No tienen pruebas ni ninguna explicación de cómo eso constituiría un “ataque”, ni argumento que presentar cuando ello se contrapone a la persistente y mucho más obvia injerencia estadounidense en todas las elecciones del planeta Tierra desde hace ya décadas…

Pulse aquí para continuar leyendo en la fuente.

 

Compartir

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*