Por Carmen Álvarez Vela/La Gaceta de la Iberosfera.
Lo del ‘cuarto joder’ se lo escuché esta semana a Juan Fernández-Miranda en el programa de Jano García y me recordó que hace muchos muchos años, cuando todavía España era medio normal, a alguien se le escapó –o no, quizá fuera un visionario– un gazapo de grueso calibre en el BOE donde salió publicado el nombramiento de un juez bajo la firma del «presidente del Consejo General del Joder Judicial». Errata premonitoria donde las haya. Esto sucedió el 22 de septiembre de 1984, mañana se cumplirán 40 años, y ya somos plenamente conscientes de lo molesto que puede ser el Poder Judicial para un ejecutivo que quiere ser el poder con mayúsculas: EL PODER. Ese que se quiere comer al legislativo, a la prensa y al que tanto le molestan los jueces libres, especie a exterminar.
Un año después algunos quizá vieran en este simpático error un acto fallido de algún propio que ya trabajaba para Felipe González –el del añoradísimo PSOE buenérrimo – en la modificación de la ley del CGPJ de 1985, por la cual la mayoría de los componentes del susodicho pasarían a ser elegidos por los políticos con la finalidad de que, a ser posible, jodan lo menos posible. Ley que, por lo que sea, no se cambió en 39 años. Pero que nadie vea maldad donde sólo hubo procrastinación. Esa dejadez tan característica de la clase política que tiende a dejar para la próxima legislatura lo que puede hacer en esta. No les ha ido mal a ninguno. A nosotros nos ha ido peor.
En el BOE de 6 de marzo de 2015 se les escapó otra errata también muy curiosa: el «Pleno del Conejo del Poder Judicial» había adoptado un acuerdo. Sumados ambos gazapos, ya podemos deducir lo que hay en el subconsciente del político para el cual el CGPJ es el acrónimo del Conejo General del Joder Judicial. No digo más…